Matthew Perry planeaba abrir una fundación para la lucha contra el abuso de sustancias
Según la revista ‘People’, el actor quería ayudar a otras personas en su lucha contra las drogas, y en su entorno aun esperan que pueda llevarse a cabo.
Matthew Perry murió el pasado 28 de octubre a los 54 años de edad. El actor fue encontrado sin vida en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles. Fue su asistente quien le encontró, y de inmediato procedió a llamar a urgencias, aunque no se pudo hacer nada para salvarle la vida.
Una trágica noticia que ha conmocionado el mundo de Hollywood, pues se trataba de una de las figuras más queridas de la televisión gracias a su interpretación de Chandler Bing en ‘Friends’, una sitcom que hoy vive su etapa más complicada al decir adiós a uno de sus co-protagonistas.
Perry no solo fue un personaje de una carismática serie, sino que también quiso convertirse en un ejemplo fuera de la misma. Quiso dar ejemplo como alguien que había bajado a los infiernos por sus adicciones al alcohol y las drogas, y que con mucha lucha logró salir de ellos. De hecho, tal y como ha informado la revista ‘People’, tenía planes relacionados con esas adicciones, y es que quería abrir una fundación con la que ayudar a todo aquel que tenga problemas con el alcohol y las drogas.
Unos planes que quería llevar a cabo antes de morir, y que llegan una década después de fundar Perry House, un centro de vida para luchar por la sobriedad, que estuvo abierto durante dos años. Unos planes que todavía esperan sus más allegados que puedan hacerse realidad en su honor.
Su lucha contra las drogas, enmarcada en sus memorias
Ya en las memorias que escribió en 2022, ‘Amigos, amantes y aquello tan terrible’, Matthew Perry contó que había entrado y salido de rehabilitación hasta en 15 ocasiones a lo largo de su vida por sus adicciones, admitiendo también que hubo un momento que llegó a tomar hasta 55 pastillas al cabo de un día, todo a raíz del accidente de moto acuática que sufrió en 1997.
“Tuve un gran problema con el alcohol y las pastillas y no podía dejar de hacerlo. Al final las cosas se pusieron tan mal que no pude ocultarlo, y entonces todo el mundo lo supo”, confesó en una entrevista concedida al medio citado anteriormente.
Además, cuando tenía 49 años, el actor estuvo ya al borde de la muerte a causa de su creciente adicción, confesando que pasó dos semanas en coma, en una estancia de cinco meses, y usando durante un año una bolsa de colostomía. “Me dijeron que tenía un 2 por ciento de posibilidades de vivir. Me pusieron una cosa llamada máquina ECMO, que hace toda la respiración del corazón y los pulmones. Y eso se llama Ave María. Nadie sobrevive a eso”.