TELEVISIÓN

La encerrona ‘olímpica’ a Matías Prats: “Ya sabía yo que me iban a liar algo”

El presentador de los informativos de Antena 3 tuvo un papel fundamental en los Juegos Olímpicos de Barcelona, que se inauguraron justo hace 30 años.

Matías Prats.

Este lunes se cumplen 30 años de un momento que cambiaría la imagen de España y fundamentalmente de una ciudad, Barcelona. Los Juegos Olímpicos de 1992, que durante 16 días de competición transformaron la mentalidad de buena parte de nuestra sociedad gracias al éxito deportivo y social de aquella cita.

Pero antes de que se produjera el icónico encendido del pebetero, el fuego olímpico había llegado de Olimpia hasta Ampurias. “A partir de ese momento, la antorcha recorrería en 39 días las 17 comunidades, 6.000 kilómetros con unos 10.000 relevistas que hacían entre un kilómetro y distancias menores corriendo o en bici”, aseguraba Matías Prats en la edición nocturna del informativo de Antena 3 este domingo.

Y mientras el mítico periodista, que fue uno de los encargados de retrasmitir en su día los Juegos junto a Olga Viza en TVE, ofrecía los detalles del recorrido de la antorcha, su compañero Ángel Carreira le interrumpía para darle una sorpresa.

“Un momento, perdona que interrumpa pero es que entre esos 10.000 relevistas estabas tú”, les espetaba Carreira mientras se acercaba con una de esas antorchas y se la entregaba. “Ya sabía yo que me iban a liar algo”, era la respuesta del presentador, que pasaba a relatar su experiencia.

“Fue una carrera muy cortita en Barcelona, 100 metros más o menos, y tuvieron a bien satisfacer la petición que yo había hecho con antelación. Es un recuerdo realmente imborrable”, explicaba.

“Pero nadie sabía que Epi era el último relevista, el que enciende la flecha de Antonio Rebollo, que fue elegido entre 200 arqueros. Lo hizo fantásticamente”, zanjaba un emocionado Matías Prats, aunque también ha revelado que la flecha que daba el pistoletazo de salida no impactó en el pebetero olímpico. Los espectadores desde su casa creyeron que había impactado dentro gracias a un efecto óptico. Era un secreto a voces por otro lado, pero no el objetivo del arquero.