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Marina Rivers afirma que también sufre desnudos hechos con IA

La influencer, nueva colaboradora de ‘TardeAR’, ha hecho referencia al montaje de imágenes de menores en Almendralejo (Badajoz) para hablar de su propia situación.

Instagram

La Inteligencia Artificial ha salido a debate tras los sucesos de Almendralejo (Badajoz). Un grupo de madres ha denunciado el uso que se han hecho de imágenes de sus hijas menores que han sido víctimas de montajes a través de la IA. El resultado es la creación de cuerpos desnudos, atribuidos a las caras de dichas menores, que luego son difundidos por páginas pornográficas o portales como OnlyFans. Principalmente, la nueva incógnita abierta radica en cómo incorporar esta inédita situación al código penal.

Sobre este polémico asunto se ha pronunciado Marina Rivers, quien se ha convertido en una de las nuevas colaboradoras de TardeAR. La influencer ha dedicado unas palabras durante el formato vespertino presentado por Ana Rosa Quintana para denunciar este acontecimiento que, explica, no dista mucho de lo que sufre ella. “Se difunden fotos por Telegram cogidas del muro de Instagram, que con que te fijes un poco se ve que son falsas. Me llegan muchos mensajes diciendo que hay fotos mías desnuda, y es muy peligroso”, confiesa.

Rivers aclara que su crítica no es para la herramienta, sino hacia el uso que de ella se hace. “Al final siempre sufrimos nosotras la mierda que crean con inteligencia artificial. Con lo maravilloso que puede ser, y lo que hacen es crear desnudos o poner tu cara en vídeos porno para quedarse con tus imágenes”, expone. De hecho, en un intento de ejemplificar algunas de las situaciones que vive, cuenta que ha visto su propio rostro en la cara de actrices de cine porno.

“Mis amigos lo ven y dicen que parece de verdad”

Y es que, juzga la influencer, el parecido con la realidad de estos montajes es muchas veces elevadísimo. “Mis amigos lo ven y me dicen que parece de verdad”. Esta situación es la que ha impulsado a Rivers a denunciarlo ante la policía: “hay grupos de Telegram con 10.000 personas viendo mis imágenes falsas. Eso es porque no obligas a nadie a poner su DNI para crear una red social, y es lo que estamos demandando gente que sufrimos este tipo de acoso”.

En esta línea, la conocida creadora de contenido ha querido aprovechar para denunciar otra de los escenarios que se generan en torno a las imágenes: el del negocio. Muchos aprovechan este nuevo nicho, así como el uso de las IA, para lucrarse y ganar dinero. “Una cosa es insultar y otra es faltar a mi integridad física desnudándome”, explica. Los problemas que de aquí surgen atentan contra el futuro de quien aparece en los montajes; y esta, considera Rivers, es una carga dolorosa e injusta para el futuro. “Yo quiero ser abogada y no sé qué va a ser de mí cuando vaya a trabajar en un juzgado”, sentencia.