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María Pombo cuenta cómo es el día a día de una ‘influencer’: “No tengo una rutina fija”

La joven, quien se ha convertido en una de las principales prescriptoras, ha hecho de la exposición en las redes sociales su profesión.

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María Pombo sale del restaurante donde ha celebrado su veintiocho cumpleaños, a 17 de octubre de 2022, en Madrid (España)
FIESTA;CUMPLEAÑOS;GENTE;INFLUENCER
José Ramón Guisado / Europa Press
  (Foto de ARCHIVO)
17/10/2022

María Pombo, la pionera del clan de la familia de influencers y conocida también por ser la expareja de Álvaro Morata, se ha convertido en una de las principales prescriptoras de moda y consejos de Instagram, y ha hecho de la exposición en las redes sociales su profesión.

Toda una inspiración para las nuevas generaciones que ahora desean dedicarse a lo mismo y ven en ella un ejemplo, aunque lo cierto es que ni siquiera ha llegado a cumplir los 30 años. No obstante, puede presumir de tener todo un estable entramado empresarial que gira en torno a su imagen.

“Creo que la gente ya lo está empezando a valorar y las marcas necesitan de los influencers para darse a conocer. Mis días de trabajo son muy distintos. Puedo tener reuniones por asuntos de mis empresas y no aparecer por Instagram, dedicar otras jornadas a publicar y poner al día el contenido, trabajar con mi agencia sobre estrategias futuras y qué objetivos pretendemos alcanzar... No tengo una rutina fija”, cuenta en una entrevista a Yo Dona sobre cómo es su día a día como prescriptora y creadora de contenido.

Y confiesa que no se trata de una profesión sencilla, sino que intenta ofrecer publicaciones de gran valor. “Mi móvil está repleto de fotos. Para subir una, a lo mejor me hago 25. También es cierto que ahora cada vez subimos menos. Buscamos más calidad en el contenido y que cada publicación cuente una historia, transmita un mensaje”, agrega.

Los peligros de las redes

No obstante, tan exposición en las redes tiene también su parte más agria, aquella en la que entran en juego las críticas. “Intento llevarlo lo mejor posible. Hay días que no me importa nada y otros, que estoy más sensible, que sí. Quien diga que no le afecta nada el hate es mentira. Los comentarios de ‘estás más gorda’, ‘estás fea’, ‘eres anoréxica’ o ‘tienes granos’ me importan cero, me resbalan completamente, pero si me amenazan o involucran a mis hijos, eso sí me afecta”, dice.

“Si saco poco a los niños, me critican que apenas estoy con ellos, pero si los saco mucho, mal también. Si le doy a mi hijo un bocadillo de Nocilla, que no le estoy alimentando bien... Siempre hay algo que a alguien le parece fatal. De todas las veces que he sacado a mi hijo, nunca ha pasado que nadie critique...”, apunta la joven.