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Manu Ríos y André Lamoglia se sinceran: de la homosexualidad en el fútbol al salseo en ‘Élite’

Los actores atienden a Diario As antes del esperado estreno de la sexta temporada de ‘Élite’. Sus personajes, Patrick e Iván, con aún más protagonismo.

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Manu Ríos y André Lamoglia se sinceran: de la homosexualidad en el fútbol al salseo en ‘Élite’

La sexta temporada de ‘Élite’ llega a Netflix este viernes 18 de noviembre y hay dos actores que tendrán un protagonismo todavía mayor que en la pasada. Manu Ríos y André Lamoglia, que dan vida en la exitosa ficción a Patrick e Iván, son dos de los miembros del reparto que cuentan con más seguidores y más reconocimiento en las redes sociales, pero no dejan que eso se les suba a la cabeza. En diálogo con Diario As, ambos nos ofrecen algunos detalles de cómo han vivido el rodaje de ‘Élite 6′, de qué podemos esperar de sus personajes, de la homosexualidad en el mundo del fútbol e incluso de si hay salseo entre el elenco fuera de cámaras.

¿Cómo es que te llame una serie como Netflix?

André Lamoglia: Mucha ilusión. Además era una serie que ya veía de antes en las temporadas pasadas, entonces ser parte de una serie así hace mucha ilusión.

Manu Ríos: A mí me pilló por sorpresa, porque justo hice los casting antes del confinamiento. Entonces lo pasé entero con mis padres, esperando a que me dijeran algo pero nadie me decía nada. Al final estaba todo muy parado y no me podían decir si sí o si no. Lo pasé con bastantes nervios y daba por hecho que no iba a salir, pero después del confinamiento estaba volviendo a casa, iba a montarme en el tren y me dieron la noticia. El viaje se me hizo infinito porque quería llegar y contárselo a mis amigos. Mucha ilusión.

¿Cómo va a ser la relación de Patrick e Iván en una temporada con aún más protagonismo?

AL: La palabra sería altibajos, porque tenemos sorpresas en la temporada que les pasan a los personajes y que llegan de la nada, que no esperaban, entonces no saben lidiar con la situación y van aprendiendo juntos.

MR: Vemos una pareja que se quiere, que quieren estar juntos, pero se dificultan las cosas por lo que pasa.

Homosexualidad en el fútbol. ¿Ejemplo necesario el que brinda ‘Élite’?

AL: Todo lo que podamos traer de diversidad y neutralizarlo y traerlo a la realidad me parece estupendo.

MR: Y más cuando tiene que ver con el fútbol. Ya sabemos que no se habla de esto y que si se habla le puede costar la carrera a un jugador. Yo creo que viene muy bien dar esta visibilidad y a lo mejor aportar un granito de arena y que pueda abrir a una reflexión y que la gente se dé cuenta de que esto pasa, que hay futbolistas homosexuales.

¿Es importante llevarse bien a la hora de rodar?

MR: Podría dar igual, pero en nuestro caso es muy importante la confianza que tenemos fuera del set. Realmente somos amigos y hay confianza y eso se nota. Al final estás mucho más cómodo.

AL: No es algo que necesite pero es algo que te va a ayudar a que se vea mejor en pantalla.

¿Qué es lo más difícil de grabar ‘Élite’?

MR: Para mí, estar concentrado tantas horas y con tantos estímulos alrededor. Cuando grabamos una fiesta hay muchísimas personas, son muchos planos, y hay que tener un nivel de concentración y de repartir bien la energía a lo largo del día, porque si no, acabas... Y eso no se puede ver en pantalla, porque la gente lo ve todo montado. Pero si viesen la de horas que hay manteniendo siempre la energía en el mismo sitio. Es lo más complicado.

AL: ‘Élite’ es una serie con muchos tipos de tramas, de emociones, entonces como actor hay que estar preparado mentalmente para que no te agote. Y a veces terminas el día agotado mentalmente. Hay que saber conducir la energía, hay que saber cómo estar concentrado, y tener paciencia. Esperamos más que rodamos. Yo prefiero empezar rodando y que no pare hasta el final a tener parones.

Las fiestas desde fuera se ven como algo muy guay, pero todo el reparto coincide en lo mismo.

MR: ¡Lo peor! Es que no es una fiesta. Es lo contrario a una fiesta. Cuando nosotros estamos teniendo una conversación en medio de una fiesta no hay música, está todo en silencio, la gente no puede hacer un ruido, cuando volvemos a rodar todo el mundo tiene que volver a la posición y hay cientos de personas...

AL: Controlar a una persona no es fácil, imagínate a doscientas. Recuerdo una secuencia de la temporada pasada, de la fiesta de Isadora en Ibiza. Y a la figuración le hacía mucha ilusión estar ahí porque pensaban que era una fiesta. Y yo veía la cara de la gente, la diferencia de cuando llegaron a la del final... Salían cansados, se quitaban los tacones...

¿Hay salseo en ‘Élite’?

MR: El salseo como tal, no.

AL: De amor y de cariño hay, pero de salseo no.

MR: Somos bastante profesionales, diría yo. Pero oye, que si surgiera en algún momento... No pasa nada.

AL: Igual el amor de tu vida está en el próximo proyecto. Nunca se sabe.

¿A qué personaje mataríais?

MR: Hombre, matar es un poco fuerte.

AL: Es que matar, a nadie, pero una buena lesión...

MR: A los violadores de Isadora, o a Raúl. Una lección.

¿Os identificáis con vuestros personajes?

MR: Empatizo con mi personaje, eso seguro. Sobre todo en esta última temporada. He empatizado muchísimo y lo he entendido mucho más. Pero que se parezca a mí, no tanto. Igual llevaría estas situaciones de otra manera, me considero más tranquilo, menos impulsivo. Más que verte reflejado es empatizar. Yo a ti sí te veo parecido con Iván en cosas.

AL: Hay cosas que sí, características. Veo que Iván es una persona muy pura, fácil de lidiar. Pero en general, lo que es Iván, no me veo ahí.

¿Os cambió la vida ‘Élite’?

MR: Sí, sí cambia. Yo intento que no me afecte, que no cambie mucho mi día a día porque me gusta tener mi círculo de amigos, mi rutina...

AL: Sí, es algo inevitable, profesionalmente, personalmente. Yo digo que me cambió la vida pero no cambió la persona que soy, mis ideales y todo eso.

¿Cómo se lleva la fama?

MR: Con la mayor normalidad posible. Intento no ver un número, sino gente que a lo mejor está siguiendo tu trabajo y te valora. Pero no es algo en lo que piense constantemente.

AL: Nosotros trabajamos con el público, entonces a cuanta más gente llegue nuestro trabajo y más nos quiera acompañar... Eso es que les gusta nuestro trabajo. Nos deja feliz en ese aspecto, pero no es algo que nos ilusione para mal.

MR: Nosotros no hacemos esto, al menos nosotros, pensando en la fama.