Pastelería Mallorca: de ganar 17.000 pesetas en la lotería de Navidad a despachar 40.000 roscones en Reyes

Tal día como hoy de hace noventa y dos años, concretamente en 1931, la suerte quiso que Bernardino Moreno ganase 17.000 pesetas en la lotería de Navidad. Un premio con el que decidió abrir un negocio que hoy en día no deja de crecer: la pastelería Mallorca.

Moreno y su esposa, María García, situaron su primer establecimiento en el número 7 de la calle de Bravo Murillo de Madrid, donde se ganaron el reconocimiento del barrio especialmente por las ensaimadas y los torteles que salían de su obrador. Y a los dieciocho años, con la mayoría de edad del primer local, sus hijos, José, Manual y Juana, abrieron otra pastelería que en la actualidad es la más rentable de la empresa, en la calle Velázquez.

Ya entrados en la cuarta generación familiar al frente del negocio, con una línea de productos ampliada hasta la pastelería salada, la cocina, los bombones y los caramelos, y el catering, entre otros, la pastelería Mallorca se ha convertido en un referente y en un icono de la gastronomía en Madrid, y también para el resto de España, ya que la mitad de sus ingresos vienen por las ventas a través de su página web.

Más demanda que oferta

Es tal el éxito de la empresa, que con sus nuevos encargados ha vuelto a los orígenes, con menos máquinas y más cocina artesanal, muy enfocada en la calidad, que ha tenido que cerrar la opción de compra de algunos productos porque la demanda supera a la oferta.

Y, aun así, las cifras de aquello que despacha son impresionantes. Tienen ya más de 1.000 pedidos para Nochebuena, aunque esperan llegar en estos últimos días a los 2.500, tal como explican los responsables del negocio a Metropoli. Y entre hoy el 24 pueden llegar a hacer otros dos millares de litros de consomé. Este año han vendido también 6.000 panettones, en la semana de Reyes despacharán unos 40.000 roscones… Una historia de éxito que empezó tal día como hoy gracias a la lotería de Navidad.