La canción de Antonio Orozco que Luis Fonsi hubiera querido que fuera suya: “Me vuela la cabeza”

Luis Fonsi (Puerto Rico, 1978) está de celebración. 25 años en la música. Disco Nuevo, ‘El viaje’ y gira veraniega. No es el único proyecto: un cuento, poner la voz al protagonista de ‘Capitán Avispa’, la película de animación de Juan Luis Guerra; interpretar el personaje principal de una película romántica y hoy se estrena su nuevo single con Omar Montes. ¡Un no parar! Pero su energía sigue intacta. Nos concede una entrevista a AS en la que da gusto escucharle hablar de estos 25 años, de lo que significó ‘Despacito’, de su amor a España, de su familia y ¡como no! de deporte y de fútbol. Se enamoró de su mujer durante el Mundial de 2010, el que ganó España, y disfruta del Real Madrid y del Bernabéu siempre que puede. Les invito a disfrutar de Luis Fonsi:

-25 años de carrera, miras atrás y qué queda de ese Fonsi que se intentaba abrir camino?

-Queda muchísimo. Cuando ya supe que eran oficialmente 25 años uno empieza en esa búsqueda de reflexión, en buscar reportajes viejos, fotos viejas, vídeos caseros. Para la gira uso esos vídeos y recopilé material preguntándole a mi madre, a mis abuelos, a mis tíos. Tienen reportajes viejos y ahí fue como caí en la cuenta de que habían pasado 25 años. Mi cuerpo no lo siente, tampoco mi mente. No siento que ha pasado tanto tiempo, no me siento cansado, ni pienso que he cambiado demasiado, pero cuando veo fotos entiendo que aún hay mucho de ese Fonsi del primer disco: inquieto, bromista, curioso, nervioso… Todavía hay muchas cosas que me generan nervios, que las disfruto. Hay muchas cosas que han cambiado en el plan personal. Especialmente con mi familia, hay hijos y uno aprende sobre la vida. Eso afecta a la música. Antes se trataba todo de mí, de mi éxito, ahora no. Es el éxito de mi familia y de lo que yo puedo dejarle a mis hijos, dejarle un legado muy bonito. Lo celebro no tanto por mí, lo celebró por ellos.

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-Te han pasado millones de cosas bonitas pero, ¿qué ha sido lo más duro…?

-He atravesado cosas duras, pero tampoco me voy a sentar aquí a decirte que el camino ha sido lleno de tragedias. Soy de las personas que me concentro en lo positivo y no le doy mucha importancia a esos momentos duros que todos atravesamos en la vida. Los veo como aprendizaje. Yo lo que quería era cantar, yo no quería ser famoso, yo quería hacer música. No sabía lo que era ser una figura pública y tener esa responsabilidad. Me preparé y me prepararon lo mejor posible.

Pero obviamente hay momentos… En la vida, de repente, uno está atravesando un momento difícil, pero te toca al mismo tiempo sacar la mejor cara, sonreírle a la gente, aunque por dentro uno está pasando algo difícil, enfermo, cansado… Emocionalmente, uno no está ahí del todo y tiene que sonreír, cantar, bailar como si nada. Eso no es fácil para nadie, pero al mismo tiempo, disfruto tanto lo que hago... O sea, hasta cierto punto ha sido un desahogo para mí, ha sido una terapia. El escenario es la mejor medicina para el alma.

-Me ha gustado mucho eso que dices, quería ser cantante, pero no quería ser famoso.

-Me explico, ser famoso a veces lleva a sus cosas malas. Tú dices, yo solo soy cantante, te he querido entender así, que a veces cuesta. Obviamente, uno quiere que la gente te conozca. Ser famoso es éxito, es sinónimo de ser exitoso. Entonces, yo quiero que mi música sea exitosa. Pero lo que quiero explicar es que mi pasión no era buscar la fama. Mi pasión era buscar el respeto por ser músico. ¿Me entiendes? Salgo y la gente quiere una foto y te abrazan, me encanta. Me encanta que la gente quiera conocerme, o que quiera ir a escucharme, o que quiera ir a verme. No me molesta. Pero la razón por qué yo estoy aquí es porque yo siempre fui fan de la música, ¿sabes? El Fonsi de 7, 8 años era muy estudioso de guitarra, de piano, porque quería ser músico. No porque me gustaba el mundo de la fama.

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-¿Qué te ha dado ‘Despacito’? Ni te imaginabas el éxito al que llegó…

-No me lo imaginaba y todavía no lo he asimilado del todo. Es una canción que claramente marca un antes y un después en mi vida. Llega a mí con 19 años de carrera. Así que por suerte supe cómo asimilarlo. Supe disfrutarlo sin que me afectara. Sin perder mi norte, sin perder los pies del suelo. Que por ese lado, doy gracias a Dios. Obviamente, me hubiese gustado que en 1998 mi primer single hubiese tenido ese éxito. ¿Entiendes? Eso hubiese sido… Imagínate comenzar con que el primer single de un artista sea un hit global. Pero a la vez doy gracias a Dios que las cosas cayeron como tenían que caer. Porque supe apreciarlo y supe lo que fue luchar y tocar puertas, picar piedra para llegar a donde estoy.

Es una canción que marca un antes y un después en mi carrera y en la industria de la música. Especialmente la música latina. Pero, nada cambia. Antes de ‘Despacito’, después de ‘Despacito’ sigo siendo el mismo. Y agradecido, por supuesto.

-Confiésame, ¿no la has aborrecido un poco…?

-No. Mira, hay canciones que sí... Que sí grabé y no disfruto tanto. Especialmente al comienzo de mi carrera. Yo diría en el primer disco. Yo estoy todavía en la universidad. Me ponen diez canciones y me dicen: “Graba estas diez canciones”. Yo no me atrevía a decir que no a nada. Yo dije: “Vale, yo las grabo las diez”. Aquí entre tú y yo hay como cuatro o cinco de esas que no tengo ningún deseo de cantarlas en vivo. Que no me identifico con ellas. Pero no tenía la voz ni los… para decir: “No me gusta”. Estaba recién firmado en una disquera. De ahí en adelante, la mayoría de las canciones que he grabado han sido escritas por mí. Aunque muchas de ellas las escuchas ahora y piensas: “¿Por qué lo canté así? ¿O por qué puse esos arreglos?” Pero lo recuerdo con ternura. Es como cuando uno ve una foto de la escuela 25 años atrás. Que uno tenía el pelo de una manera, una camisa y un jacket diferente. Te ves raro. Así también es la música. Uno va probando cosas. Hay discos que fui más a lo seguro. Hay discos que busqué un estilo diferente. Porque quería romper.

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-Entonces ‘Despacito’...

-Jamás me voy a cansar de cantar esa canción. Eso es lo que siento hoy. Si me preguntas de aquí a 20 años, quizás te contesté diferente. Pero me atrevo a decirte que mientras la gente la quiere escuchar yo siempre la voy a querer cantar con mucha ilusión. Hoy en día cuando la canto en un concierto y arranca la introducción, ya hay una reacción, una energía. Que no se siente en otras canciones. La gente se pone de pie, saca el celular. Ese feeling yo nunca quiero que se vaya. Yo la quiero cantar y si la tengo que cantar tres veces por concierto, pues la canto. Es parte de mi historia, marcó mi vida. No me voy a cansar, sería muy ingrato de mi parte.

-¿Por qué has decidido empezar tu gira de 25 años en Madrid?

-Ha sido brutal. Había cantado ya en Madrid, pero nunca en el Wizink: habían sido cosas más pequeñitas. En los últimos años, concentrábamos giras de verano, no pasábamos por Madrid, nos quedábamos en otras ciudades. Hasta que con esta gira dije: “Vamos a hacer Madrid y vamos a comenzar la gira acá”. España se ha convertido en mi segunda casa. Y los artistas cuando llegan a un país quieren que la gente los quiera. Y dicen, tal lugar es mi segunda casa. España de verdad es mi segunda casa. Tengo una casa aquí, familia, paso tres meses al año con la familia. Estoy en ‘La Voz’, establezco mi casa en Madrid durante las giras, estoy en Navidades. Los padrinos de mi hijo viven aquí… Hay una conexión real y honesta. Entonces me gusta estar acá. Yo quisiera pensar que la gente se da cuenta de que es real lo que uno siente. Por todo eso decidí comenzar la gira aquí que fue superexitosa. Voy a estar aquí todo el verano. Serán tres meses más de comer tortillas de patatas...

-Luis, ¿el Bernabéu tú lo llenas?

-Despacito. Es increíble, pero una cosa a la vez. Estoy muy agradecido. Estoy muy contento de estar aquí. Me han hecho sentir como muy de aquí. La gente me para en la calle y me abraza como si me conocieran. Y eso no es algo que uno siente en todos los países. Y es una relación que quiero seguir cultivando y que quiero seguir protegiendo.

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-¿Qué canción de otro artista te gustaría que hubiera sido tuya?

-Difícil. ¡Guau! ‘Entre sobras y sobras me faltas’ de Orozco, me vuela la cabeza. Esa canción es brutal. Es una cosa demasiado fuera de este planeta. La cantamos para ‘La Voz’, creo que fue hace dos temporadas atrás, que estaban Antonio (Orozco), Pablo (López), Laura (Pausini) y yo y cuando terminamos la canción, uno tenía que aguantar fuerte para que no se te saliera la lágrima. Hay canciones que nos emocionan, hay canciones que nos ponen a bailar, hay canciones que son retos vocales, pero hay canciones que tienen algo que se conectan unos cables del corazón de una manera diferente y ese tema es así.

-¿Por qué artista te derrites tú?

-Hay artistas que me mueven por diferentes razones. Por ejemplo, un Juan Luis Guerra es un artista que yo lo puedo ver en vivo todas las semanas y me voy a emocionar igual porque le tengo mucho respeto, mucho cariño, porque me transporta a un momento de mi vida de mucho amor, pero de transición también. Cuando me mudé desde Puerto Rico a los Estados Unidos, ese disco de ‘Bachata Rosa’ fue la banda sonora de ese momento, que fue bonito, pero fue difícil a la vez. Fue un maestro para mí. También llegó en un momento, yo tenía 11 años, donde estoy descubriendo la guitarra, donde estoy descubriendo la composición. Entonces él se convirtió, y esta conversación la he tenido mucho con él, es una especie de maestro de composición. Guardo un espacio muy importante para él. Pero hay artistas que vocalmente me flipan como Luis Miguel, Laura Pausini, que es una de mis mejores amigas, que vocalmente los he escuchado muchísimas veces, pero no importa qué canción, no importa dónde estén, se paran a cantar y es como que, “wow, qué arte”. Soy fan de la música y por suerte esta profesión me ha hecho que muchos de esa gente que admiro se han convertido en amigos. Y en la mayoría de los casos, uno los admira aún más cuando los conoce. En mi caso, la mayoría ya se convierten en familia.

-Justo, eso es lo que te ha dado ‘La Voz’, otra familia. Si tuvieras que coger algo de cada uno de ellos para formar la persona/cantante perfecto, ¿qué sería?

-Difícil. Dentro de la perfección también tiene que haber defectos, ¿me entiendes? Para que haya profundidad y para que haya conexión. David Bisbal es mi hermano. Lo conocí desde el comienzo de mi carrera. Empecé un poquito antes que él, pero por muy poquito. Y él vivió muchos años en Miami. Somos muy similares como personas, tenemos hobbies muy similares, filosofías de vida muy similares. Somos muy familiares. Nos hemos colaborado sin número de veces. Hemos hecho giras juntos. Contar con hermanos que te regalan la música es una bendición. Le he escuchado cantar a miles de veces y no me deja de sorprender cada vez que lo veo sobre el escenario. O sea, no me deja de impresionar. Y le digo: “tú eres un hijo de p…” de lo talentoso que es. Alejandro tiene muchos años más que yo de carrera. Y en la universidad yo cantaba sus canciones y trataba de descifrarlas en la guitarra. Y ahora se convierte en amigo. Entonces le tengo muchísimo respeto. Es un tipo con un excelente sentido del humor. Y muy inteligente. Y le tengo mucho cariño.

Soy muy amigo de los otros artistas. Creo que uno aprende mucho de todos. Los que llevan mucho tiempo y los que llevan menos tiempo que yo. Uno aprende de todos. Tengo muchos amigos que están en diferentes géneros y me siento con ellos y les hago preguntas para aprender de las nuevas generaciones y de la manera que hacen las canciones.

-Además de cantante Luis Fonsi es mucho más…

-Este año ha sido muy bonito porque están pasando muchas cosas. Comencé con ‘La Voz’ y me ha regalado momentos mágicos. Es un formato que me gusta mucho. Lo hice en varios países, pero en España es donde más he conectado. Creo que tiene que ver con el talento que hay aquí. Es como regresar a la escuela y jugar a hacer música. Es un ejercicio bonito para nosotros. Al igual que para los participantes. Te une mucho más al público, a la gente. Porque conocen el lado humano: lloramos, reímos, sufrimos... Lo hago porque quiero. No por negocio ni porque me ayude o no comercialmente hablando. Es una terapia para mí.

Además, acabo de lanzar un libro de niños que se llama ‘Amigos Extraordiranarios’. También tiene su versión en inglés. Un proyecto que llevo trabajando desde la pandemia, escrito en rima, que ya de por sí es un reto. Me gustó porque era como hacer una canción… infinita, pero una canción. Habla de un oso que se llama Blue, que viaja a Puerto Rico. Y una ranita que se llama coqui, que canta todas las noches. Y es uno de mis ruidos favoritos. Para la gente que va a Puerto Rico y la escucha puede resultar un poco agobiante. Para nosotros es como si me estuviesen acariciando el pelo. Y es una rana que si tratas de llevarla a otro lugar se muere. Tiene que estar en ese clima tropical.

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-¿Qué más?

-Y dos películas. Una sale este año. En ella soy la voz de un personaje. Es una película de dibujos animados que se llama ‘Capitán Avispa’. Está escrita y dirigida por Juan Luis Guerra ambientada en República Dominicana. Animada acá. En República Dominicana. También está Juanes o su esposa. Yo soy el personaje principal y hasta hemos grabado la canción escrita por él.

La otra es una comedia romántica. La hice el año pasado. Soy el protagonista, ya está terminada y veremos cuando y dónde se da. Será a partir de verano. Estará en Tribeca y en varios festivales de cine. Ha sido un reto para mí. Actúo y he escrito la música. La cancion principal es en inglés. Son retos bonitos. Me encanta que me reten.

-Hablemos de deporte. Tú eres muy de baseball por Puerto Rico…

-Pero también futbolero. Para el puertorriqueño el baseball es el deporte. Cuando yo era chiquito en la escuela jugaba al fútbol, pero no tanto como el baseball o el baloncesto. Pero fútbol es fútbol, es el deporte número uno. Me atrevo a decir que ya en EEUU se dieron cuenta. Me llegó más fuerte cuando conozco a mi esposa que es española y muy futbolera. La conozco cuando España gana el Mundial en 2010. Era cuando justo nos estábamos conociendo.

-¡Que bueno! ¿Cómo fue eso?

-Yo estaba de gira. Iba con mi camisa de la selección de España. Fueron momentos muy bonitos. Siempre recuerdo ese mundial. El principio de nuestra relación. Y ya me enganché y muy fan. Especialmente de algún equipo…

-¿De qué equipo?

-Del Real Madrid. A mi esposa no es algo que le encante. Ella es del Barcelona. Pero conocí a varios jugadores del Real Madrid. Me han invitado a varios partidos, vivo muy cerquita del Bernabéu. Voy a muchos partidos y me lo paso increíble. Aunque ya no está en el Real Madird, soy muy amigo de Sergio Ramos que me invitó a muchos partidos y me lo paso increíble.

-Sergio Ramos es Real Madrid para siempre...

-Siempre. Totalmente. Y me encanta lo que han hecho con el Bernabéu. Es espectacular. Es uno de los lugares más especiales del mundo, así que bien...

-¿Y que te parece el equipo este año? ¿Te encantará Bellingham?

-Es brutal. Y lo que viene ahora...

-Pero si eres un poco del PSG y Mbappe se viene al Madrid...

-¡Que locura que viene Mbappe a acá! ¡No me lo puedo creer! Eso va a estar sabroso. Estoy emocionado. Yo que me inviten por favor. Si conocen a gente que me sigan invitando a los partidos...

-Se lo decimos a Florentino desde esta entrevista...

-Florentino, guardar una silla para Fonsi. Para alguien que no se creo con esta cultura del fútbol, cuando entras a la cancha me da un golpe de “buah”, es bastante especial. Mis dos pasiones siempre ha sido el deporte y la música. El que mejor jugaba era el baseball porque mi papa era pitcher y su segunda pasión era la música. Era pararelo y cuando llega una edad en la que dejas de ser niñito y ves que lo que tienen tu edad siguen creciendo en el deporte, ahí me dije “me voy para la música donde me siento más cómodo y más líder”. Me encanta el fútbol americano, la Fórmula 1, ni me hables de lo fan que soy. Es un deporte que ha llegado ahora a mi vida, pero es locura y viene a Madrid, así que feliz con eso. Y el fútbol me apasiona muchísimo.

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