Luis Canut, el marido de Patricia Pérez, habla de su dura enfermedad: “Perdí 18 kilos”
El productor ha confesado que apenas tiene visión, tampoco olfato, ni gusto, y “oído muy poquito”.
Fue hace poco más de un mes cuando Patricia Pérez, famosa por su papel de presentadora en programas como ‘El gran juego de la oca’ en los 90, decidió hablar en las redes sociales de la enfermedad que sufre su marido, Luis Canut, quien en marzo de 2023 contrajo un problema de salud a causa de una levadura que le infectó el cerebro y le provocó meningitis criptocócica.
La carismática presentadora compartió en un vídeo los malos momentos que estaba viviendo Canut, que poco a poco se está recuperando, y que ya incluso ha podido tocar la batería, lo cual también publicó Patricia, visiblemente emocionada: “No puedo evitar que se me salten las lágrimas”.
Ahora, el propio Luis Canut ha sido el que ha aparecido en un vídeo de la presentadora en Instagram, dando algunos detalles de cómo se encuentra: “Lo llevo bien, la verdad. Llevo seis meses de rehabilitación más los cinco del hospital”, ha comenzado explicando.
Problemas de visión, gusto, olfato y oído
“Me cambió la vida. Lo que más me limita es la vida. Con el ojo derecho nada, pero con el izquierdo, aunque no tengo visibilidad, cada vez veo más. Me puedo desenvolver por la calle”, ha añadido el productor, que además ha confesado que no tiene olfato, ni tampoco gusto, y “oído muy poquito”.
Pero, para Canut, lo más complicado ha sido el tema del peso y la musculatura que ha ido perdiendo por la propia enfermedad: “Para mí lo más duro ha sido recuperar el peso y la musculatura. Perdí 18 kilos, que es lo que me llevó a la silla de ruedas. Estoy contento, porque cada vez me encuentro más fuerte. Ya ando perfectamente. A mí la vida no me va a parar. Cada vez me veo mejor, aunque no lo sé, porque no me veo en el espejo. Me miro, pero no me veo, veo una silueta. Es lo único bueno de todo esto”.
Además, el productor no ha podido evitar darle las gracias a Patricia Pérez: “Me salvaste la vida desde el primer momento. Fue muy complicado. Insististe mucho porque me diesen un buen diagnóstico, pero no me lo daban. También por crear en la habitación del hospital un micromundo en el que me sentía muy protegido”.