Luc Loren ‘destapa’ la realidad de los influencers: “Mucha envidia y egos”

Lucas Loren, conocido como Luc Loren, es uno de los influencers españoles más queridos por el gran público. Creador de contenido y DJ a partes iguales, como él mismo se define, se ha convertido en todo un habitual en los principales festivales del panorama nacional donde hace vibrar a los asistentes al ritmo de la música; desde los últimos hits del momento hasta temas como ‘Las Divinas’.

El zaragozano atiende a AS desde ‘Desalia’, el festival organizado por Ron Barceló, donde hace balance de su carrera, recuerda sus inicios en las redes sociales de la mano de Dulceida y ‘destapa’ la realidad que se esconde detrás del aparente mundo ideal de los influencers.

“Mi seña de identidad es clara: lanzar un mensaje de libertad ya sea a través de un reels o de una actuación, pero todo va unido de la mano: mi faceta como DJ y como creador de contenido. Son los dos Lucas que siempre estarán”, comienza diciendo desde el hotel Melià Villaitana de Benidorm donde tuvo lugar ‘Desalia 2023′.

¿Cómo fueron sus inicios en las redes sociales?

“Todo surgió porque ‘soy amigo de’. Sí, lo digo. Mi mejor amiga es Dulceida. Ella fue de las primeras bloggers que hubo en este país, y fue realmente una pionera en esta profesión. Fue de las primeras que supo crear una comunidad real de seguidores que la seguían allá a donde iba. También supo cambiar de plataformas. Yo formaba parte de su equipo creativo y sus seguidores me empezaron a contactar”.

¿Siempre tuvo claro que quería ser conocido?

“Es una cosa muy superficial, pero muchos niños de pequeños siempre dicen ‘yo de mayor quiero ser famoso’, pues yo lo decía. Desde muy pequeño estuve desarrollando mucha creatividad. Editaba mis propias películas cuando tenía once años, tenía un micro con una mesa de mezclas… Tenía ese afán. Era muy teatrero”.

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¿Cómo fue trabajar con Dulceida y ser parte responsable de su éxito?

“El carisma que tiene Dulceida es algo que no tiene todo el mundo. Representó a toda una generación, marcó el imaginario del colectivo de toda una generación. ¿Qué pasa? Que tienes que tener un buen equipo que te rodee. Yo siempre decía que era mi musa porque me ayudaba con mis trabajos de la universidad. Siempre tuvimos mucha conexión. Como yo la conocía tanto, supe crear un estilo con ella con su canal de YouTube que se lo editaba yo. Estaba hasta las cinco o seis de la madrugada, con mucho gusto y muy feliz para que a ella le funcionara”.

¿Le afectan las críticas en redes?

“A todos nos afectan las críticas, hasta los que dicen que no. Es algo inevitable, que te duela cuando lees un mal comentario. Hay que aprender a gestionarlo. A mi me dicen unas cosas… Muy heavies. Cuando leo comentarios digo: ‘envidiosa’. ¿Qué hay dentro de una persona que tiene los cojones de escribirte un mal comentario? Si tú la cagas, estamos hablando de otra cosa… ¿Pero odiar a una persona de manera gratuita? Lo mejor es que te revises y pidas ayuda. Entender esto me ha aliviado mucho”.

¿Ha tenido que recurrir a ayuda profesional?

“He hecho terapia, por supuesto. No fui porque me afectaran los malos comentarios sino porque tenía una mochila de vida, como tenemos todos, y unos problemas que tenía que hablarlos. Es como encajar un puzle. Tuve una terapeuta durante tres años. Fue la mejor decisión de mi vida y la razón por la que ahora estoy bien”.

¿Cuál es la realidad de ‘mundo influencer’?

“Hay mucha competencia en redes sociales. Mucha envidia y es preocupante cada vez es más. Mi entorno es muy compañero, no se si es porque venimos de la generación del principio… Pero hay gente que nos veta, que veta a mi amiga Dulceida… ¿Pero, tú quién eres para decir eso? Hay muchos egos. Un aplauso para todos los representantes de influencers porque tener que gestionar el ego de muchos perfiles es algo que debería ser más de un 20% de comisión. Hay muchas personas que se creen Madonna y no son nadie”.

¿Cuál es su ‘plan b’ si llega a explotar la burbuja de los influencers?

“Si algún día se me acaba lo de ser influencer me dedicaría al mundo de la comunicación que es lo que he estudiado yo. Yo soy el nuevo Jorge Javier Vázquez”.