Laura Madrueño ‘caza’ a Ángel Cristo Jr. haciendo trampas en ‘Supervivientes’: “No digas ni mu”

El recuento de los días se ha convertido en una tarea tan difícil como resistir el hambre o conciliar el sueño. Las noticias que llegan desde los Cayos Cochinos dibujan un horizonte caribeño reconvertido en repetitivo paraíso: los participantes de Supervivientes acusan, cada vez más, las dificultades que conlleva una aventura como esta, por televisiva que sea, y, algunos optan por la vía rápida para poner fin al hartazgo. Trampas.

Ha sido durante la gala de Tierra de nadie. Ángel Cristo Jr. sintió una lluvia de críticas en redes sociales tras ser ‘cazado’ en plena prueba por una Laura Madrueño directa y sin filtros que, por otro lado, se ha convertido en una pieza clave de esta edición al conducir, tal y como hiciera el año pasado, las galas desde Honduras, asegurando una conexión eficaz entre plató y playa.

“Se me quita la sonrisa”

Se encontraban los participantes en un desafío para determinar los nombres que competirían por la prueba de líder. El reto: ajustar en tres minutos y a base de bocados el peso de una hamburguesa de 800 gramos para que pesara 650. La complicación: debían hacerlo sin mirar las cifras que la balanza marcaba. Así debía ser. En teoría.

Todos pesaban su plato cuando, de repente, el hijo de Bárbara Rey aprovechó su posición para lanzar una mirada de serpiente, rápida y de reojo, al peso que marcaba la balanza. A Madureño no se le escapó: “No digas ni mu. Has hecho trampas delante de mí y eso no me gusta nada, Ángel, que lo sepas”.

Lejos de quedar en una inocente reprimenda, la presentadora, molesta, volvió a recordarle la fealdad del gesto que acababa de realizar. “Aquí se me quita a mí la sonrisa”, le recriminó, zanjando después con brazo de hierro la escena que acababa de acontecer: “Coge tu plato y siéntate. Ya tenemos tu peso”.

Lo cierto es que la maniobra que Ángel Cristo Jr. llevó a cabo tenía más de forma que de fondo: sólo podía haberle perjudicado por una posible penalización que hubiesen decidido acordar desde el programa porque, en realidad, no podría haber ajustado todavía más el peso de la hamburguesa al encontrarse ya en la fase de pesaje.

Con todo, el concursante reconoció su intentona, agarrándose al humor para decir que “sólo he visto ceros, te lo juro”, y lograba, amén del preciso cálculo que había realizado, colarse en la final.

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