Laura Escanes, sobre su relación con Risto Mejide: “Una etapa bonita de mi vida”

Fue noticia esta semana que Laura Escanes había recobrado la ilusión con un técnico de cámara de su propio programa, La Travessa, tal y como adelantaron Mamarazzis. Después, El Periódico desveló su identidad: un tal Mikel. Y la deducción de aquellos que buscaron en los trabajadores del equipo técnico del programa terminó por revelar que, como sólo hay uno, se trata de Mikel Alors, el nuevo nombre que coloca la prensa del corazón en el plano sentimental de la creadora de contenido catalana.

Lejos quedan los tiempos de Álvaro de Luna, cuya relación vio el ocaso el pasado otoño; un año antes, en septiembre de 2022, tanto ella como Risto Mejide habían puesto punto y final a una historia de amor de siete años —cinco como casados— que tiene como capítulo más especial el nacimiento de su hija, Roma. Cuando Escanes se sentó esta semana frente a Roger Escapa como invitada de lujo para su nuevo programa de 3Cat, L’eclipsi, dejó a un lado todos sus filtros y reflexionó como nunca acerca de su experiencia con el amor.

“Nuestra principal preocupación es Roma”

Han sido más de 20 minutos de entrevista en los que la influencer ha sobrevolado diferentes temas; desde la infancia hasta el hilo que une su alma a Barcelona y pasando, muy especialmente, por su relación con el publicista. Pero antes, la ciudad condal. El cariño a su tierra. “En algún momento volveré, lo que más echo de menos es tener a la familia cerca. Sobre todo en este momento que mi hija tiene cuatro años para que puedan coincidir más, que haya más momentos juntos... No depende solo de mí, hay muchos factores que hacen que yo esté en Madrid”, decía al respecto.

Fue eso, Roma, lo que acercó el tema de conversación a Risto. Y no sólo el diálogo. Su hija en común hace que ambos estén obligados a mantener una buena relación, dice, por el bien de la niña. “No somos mejores amigos, pero nuestra principal preocupación y prioridad es Roma. Vamos de la mano y cualquier cosa que podamos hacer yo por él, para que Roma esté bien, o él por mí, para que Roma esté bien, lo haremos”, razona, definiendo su matrimonio con Risto como “una etapa bonita de mi vida”.

De aquel tiempo extrae reflexiones bajo la experiencia, el cariño y, además, el humor. “Tengo 28 años y estoy divorciada. Es como si hubiese vivido cincuenta vidas, pero no es una etiqueta que me pesa”, afirma, confesando después, y pregunta mediante, que no sabe qué hará con el anillo de casada, pero que sí le ha rondado una idea por la cabeza: “He pensado en dárselo a mi hija más adelante”.

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