Lara Álvarez y lo que no se ve en ‘Supervivientes’: “Vomitando por la ansiedad”

Lara Álvarez fue durante años una de las caras más destacadas de Supervivientes. La presentadora asturiana ponía rumbo a Honduras y desde allí era la conexión con Jorge Javier Vázquez mientras los concursantes se enfrentaban a pruebas y desafíos para tratar de conseguir comida y el preciado cheque de ganador. Muchas voces, especialmente en las redes sociales, insistían en que Lara no sufría a orillas del mar Caribe porque al terminar de grabar se iba a un buen alojamiento, con buena ducha y buena comida, pero ahora la asturiana ha desvelado la cara B.

Un año después de dejar el popular programa de Telecinco, Lara ha confesado los problemas de ansiedad que sufría poco antes de ponerse antes las cámaras para hacer los directos. “A mí me ha pasado hasta 30 segundos antes de salir a un directo estar vomitando, pero vomitando en una esquinita al lado de un árbol, ¿sabes? En Honduras, de estar vomitando fatal de la ansiedad, de la tristeza que tenía en ese momento. Y luego entrar y decir: ‘¡Muy buenas noches, Jorge! ¡Muy buenas noches! ¡Besos desde Honduras!’. Porque al final dices: ‘El espectador conecta para desconectar”, explicó para el podcast La casa de mi vecina de Nagore Robles.

Lara Álvarez ya ha hablado en más de una ocasión de su salud mental, de la importancia de cuidarla y de cómo ella misma se ha puesto en manos de especialistas en diferentes etapas de su vida. “La terapia me dio unas herramientas necesarias y que sigo aplicando a día de hoy. Estamos todo el rato en una vorágine de mucho estrés y yo me apoyo mucho en la meditación, pero sobre todo yo creo en la toma de conciencia del ahora. Lo que hace que yo pueda levantarme y sonreír es tomar conciencia de que mi padre está bien, mi madre está bien, mi hermano está bien, yo estoy bien, tenemos salud, estamos en un buen momento... Cuando aprendes a enfocar el día sin montarte películas es todo mucho más sencillo”, explicó en una entrevista para Hola.

Su adiós a Supervivientes

“Fue totalmente necesario y el momento no fue tan duro como durante la toma de decisión. Te enfrentas a un momento en el que el consumo de la televisión está bajando, estás en el programa que más audiencia está teniendo, un papel asentado porque hay una trayectoria y un cariño del espectador, y de repente dices: ‘Es momento de un cambio’. No es que no disfrutara, pero tampoco sentía que fuera a hacer la última edición al 300%, que era lo que yo me implicaba en este programa, y no me parecía justo”, confesó Álvarez.