TELEVISIÓN
La vida lejos de la televisión de Mariano Alameda (‘Al salir de clase’): “La fama me hizo infeliz”
El popular actor lanzó al mercado recientemente un libro infantil y trabaja en un centro de yoga mientras desarrolla proyectos como coach.
A finales de los años 90 llegó a las pantallas de toda España la serie ‘Al salir de clase’, una producción que contó con casi 1200 episodios y que se convirtió en toda una cantera de jóvenes actores que en los años siguientes han desarrollado espectaculares carreras en el mundo de la interpretación. Hugo Silva, Félix Gómez, Alejo Sauras, Elsa Pataky, Miguel Ángel Muñoz, Cristina Castaño o Paula Echevarría son solo algunos de los nombres que pasaron por la serie, aunque los verdaderos seguidores de esta obra no olvidarán jamás a Íñigo, interpretado con maestría por Mariano Alameda.
El madrileño, que hace un mes cumplió 50 años, participó después en otras producciones como ‘La verdad de Laura’, ‘Paco y Veva’, ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘C.L.A. No somos ángeles’, pero hace casi 15 años abandonó por completo la televisión. Desde entonces su vida ha cambiado por completo y ahora disfruta de su existencia en un centro de Yoga ubicado en el norte de Madrid. Además, ha escrito su primer libro infantil, un homenaje a su perro y las enseñanzas que le dejó durante sus 17 años de vida.
Su vida de reflexión y meditación está muy lejos del alto ritmo de vida que exigía la fama que obtuvo con ‘Al salir de clase’, una repercusión que le pilló muy joven y que asegura que le hizo “infeliz”. “La fama al principio son rosas y rosas, y luego espinas y espinas. Te das cuenta de que el anonimato es un placer, que cuando lo pierdes lo echas de menos. La presión de ser mirado en toda situación es duro y yo no lo llevaba bien. Y aunque nunca se me fue mucho la pinza, un poco siempre se te va”, ha confesado en una íntima entrevista para el portal Jaleos.
Según sus declaraciones, el teléfono seguía sonando cuando decidió alejarse de la tele y centrarse en el teatro, “la raíz de la profesión” y un terreno que “te aporta mayor libertad”. De hecho, ahora se encuentra escribiendo una obra de teatro, un proyecto que sí le permite compaginarlo con su trabajo en el yoga.
“No me interesa la fama”
“Llegó un momento en que el trabajo me hacía infeliz. El hecho de no poder salir a la calle... Era un disparate”, recuerda un Mariano que por suerte consiguió recuperar el anonimato. “El anonimato se tarda mucho años en recuperar, pero se consigue. Me costó volver a ser anónimo. No echo nada de menos el reconocimiento público, no me interesa la fama”, agregó el actor en declaraciones para el mismo medio.