La surrealista pregunta de una soltera de ‘First Dates’ a su cita: “¿Se te sigue levantando?”
Mamen, que acudía al programa por segunda vez, fue muy tajante con su cita tras marcharse con las manos vacías. “Me merezco algo mejor, te falta algo de chispa”.
First Dates es de esos programas que tiene como costumbre regalar grandes y virales momentos gracias a la espontaneidad que esconden los solteros y solteras que buscan el amor en el restaurante más famoso de la televisión. Como no, la última entrega, que coincidió con el estreno de la nueva temporada, contó con una nueva y particular historia, cuyos protagonistas eran Israel y Mamen.
La soltera regresó a First Dates tras “comerse un mojón” en su primera cita con dos pretendientes. “¡Qué he vuelto!, gritó nada más ver a Carlos Sobera. Se describió como una persona “muy maja” con la intención de buscar a un hombre que sea como ella, mientras que su cita confesó que es “de derechas, cristiano, taurino y del Atleti”. La cita no comenzó de la mejor manera posible debido a los nervios que presentaba el soltero.
Aun así, ella intentó romper el hielo, pero no encontraba la manera de hacerlo. Mamen cogió de la mano a su pretendiente para bendecir la mesa, dado que ella se considera una persona muy religiosa. Una actitud que dejó sorprendida al soltero a pesar de que se trataba de una broma, tal y como confesó. El tema de las relaciones sexuales, como no, fue el desatascador de esta cita, que tenía todas las papeletas de no acabar en buen puerto.
“Me merezco algo mejor, te falta algo de chispa”
Mamen fue muy contundente con los hombres al asegurar que “están salidos” cuando hacen el amor. “Te ven el agujero del ombligo y les da igual, te la meten por ahí”. En cambio, el soltero fue más precavido y reconoció que necesita una mujer que vaya delante de él con el objetivo de “darle más vidilla”. Cuando parecía que la cita estaba cogiendo forma, una pregunta de Mamen se cargó la magia de este encuentro.
Una cuestión inusual y controvertida que tiene que ver con sus intimidades en la cama. “¿Se te sigue levantando?”, una duda que dejó desconcertado por completo a Israel. No sabía dónde meterse por culpa de los nervios. Mamen fue muy tajante con su cita y por segunda vez se fue con las manos vacías. “Me merezco algo mejor, te falta algo de chispa”.