CINE
La salud de Bruce Willis empeora gravemente: “Nadie sabe cuánto tiempo le queda”
Un amigo del legendario intérprete ha revelado a ‘Us Weekly’ que los “días malos” se han multiplicado durante los últimos dos meses.
Hay una estrella en el firmamento de Hollywood que hace meses comenzó a apagarse. La salud de Bruce Willis ha ocupado portadas y exclusivas desde que el año pasado diera a conocer que se retiraba de la actuación. A principios de este calendario se confirmaba el peor escenario: demencia frontotemporal, un trastorno cerebral producido por la acumulación anormal de proteínas que dañan las células cerebrales. Una enfermedad implacable que no tiene cura.
En los últimos meses se ha producido un empeoramiento acelerado de la salud del intérprete hasta el punto de que cada reporte que la familia ofrece es una estocada para aquellos que aman el mundo del cine —para la cultura, en general—. La última ha sido filtrada por Us Weekly, quienes han contactado con un amigo de Willis. Y su confesión ha sido emotivamente dura. “Bruce tiene días buenos y días malos, pero en los últimos dos meses ha habido muchos más días malos que buenos”, inicia su duro diagnóstico.
El calor de la familia
El intervalo de tiempo al que hace referencia el amigo del actor ha sido también la época en la que más se ha podido arropar con el cariño de sus seres queridos. “Esta experiencia ha unido aún más a toda la familia. Nadie sabe cuánto tiempo le queda a Bruce, por lo que están absorbiendo cada momento que pasan con él. La atención se centra en que esté cerca de la gente que ama y le recuerden las felices fiestas del pasado”, revela, como quien encuentra un rayo de luz en la oscuridad de un apagón. A fin de cuentas eso es la familia.
“Todavía aprecia la temporada navideña y le encanta tener a toda su familia bajo un mismo techo para escuchar música, comer y ver viejas películas caseras”, añade la fuente citada. Pese a estas bonitas palabras, la salud de quien hiciera del mítico psicólogo infantil en El sexto sentido, o alucinase hasta al propio cinematógrafo con La Jungla de Cristal, es tan delicada que apenas podría disfrutar de estas fechas. De hecho, ya no reconoce a su expareja, Demi Moore, con quien tuvo tres hijas.
En una reciente entrevista para Today, su mujer, Emma Heming, que es también quien más tiempo pasa junto a él, su mayor apoyo, aseguró que la enfermedad neurodegenerativa le estaba impidiendo ser consciente de todo lo que ocurría a su alrededor. “La demencia es difícil, es lo que estoy aprendiendo. Es duro para el paciente y es duro para la familia, para Bruce y para nuestras hijas”, dijo entonces. La rapidez con la que su estrella está perdiendo luz es de una intensidad cruel, como el paso del tiempo cuando se acelera o como la fuerza con la que cierran el puño unos familiares cuyo torrente de cariño acompaña estos días al actor.