La nueva medida de Fayna Bethencourt tras la huida de ‘El Yoyas’
La que fuera concursante de ‘Gran Hermano’ ha enviado una carta al Defensor del Pueblo con el objetivo de recibir una solución tras ser víctima de violencia de género por parte de Carlos Navarro.
Fayna Bethencourt sigue en su particular lucha para conseguir la justicia que reclama tras haber sido víctima de maltrato físico y psicológico por parte de Carlos Navarro, más conocido como ‘El Yoyas’, que aún sigue en busca y captura por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. La que fuera concursante de Gran Hermano, que ha denunciado esta delicada situación en varias ocasiones, ha tomado una medida drástica con el objetivo de recibir una solución justa y rápida.
La canaria, que ha mostrado su desesperación, ha tocado la puerta del Defensor del Pueblo a través de una carta que envió el pasado 4 de febrero, pero cuya respuesta es inexistente. Por ello, Fayna, que sigue con miedo de que la condena prescriba, ha decidido compartir este escrito tras el silencio de este organismo. “Soy una víctima de violencia de género que desconoce el paradero de la persona que condenaron por maltratarla (...) El día 14 de noviembre del año 2022, Carlos Navarro Merino, maltratador condenado, fue requerido a presentarse en los juzgados de Vilanova del Camí para su ingreso en prisión, no cumplió con dicho requerimiento y se dio a la fuga”, reza una parte de la carta.
Además, también se ha acordado de otras mujeres que sufren este tipo de situaciones, cuya protección legislativa no está garantizada. “Muchas mujeres se han puesto en contacto conmigo para relatarme que están viviendo, también con el miedo de saber que su maltratador sigue en la calle a pesar de estar en busca y captura. Algunas de ellas me han llegado a decir que les quedan solo cuatro meses para que prescriba el delito de su maltratador y a otras ya, desgraciadamente”, prosigue la carta.
Contenido completo de la carta
Buenas tardes,
Me dirijo al Defensor del Pueblo para informar de mi situación actual y trasladarle mi petición con el consiguiente escrito.
El día catorce de noviembre del año 2022, Carlos Navarro Merino, maltratador condenado, fue requerido a presentarse en los juzgados de Vilanova del Camí para su ingreso en prisión, no cumplió con dicho requerimiento y se dio a la fuga. A día de hoy sigue en paradero desconocido, en busca y captura.
El fugitivo, cuando teóricamente ya lo buscaban, concedió además una entrevista al periódico El Mundo. También envió una grabación de vídeo a televisión y habló con distintos periodistas sin que las autoridades actuasen al respecto.
Quiero denunciar mi situación actual: soy una víctima de violencia de género que desconoce el paradero de la persona que condenaron por maltratarla y que además tiene que soportar que este haga declaraciones públicas clamando una inocencia (cuando ya ha sido condenado por sentencia firme), desafiando así al poder judicial y ejerciendo de nuevo un maltrato psicológico, esta vez público, hacia mi persona sin repercusiones legales por dichos actos.
Al conocer mi caso, muchas mujeres se han puesto en contacto conmigo para relatarme que están viviendo también con el miedo de saber que su maltratador sigue en la calle a pesar de estar en busca y captura, algunas incluso sufriendo porque las penas de estos han prescrito sin que las autoridades los hayan encontrado.
Creo, vistas mis circunstancias y las de estas mujeres, que es necesario que una vez que exista una condena por violencia de género, el condenado debe de ser trasladado a prisión inmediatamente o en su defecto que se le coloque un dispositivo de seguridad para conocer su localización en cada momento hasta su posterior ingreso en prisión.
El hecho de que se le comunique a un condenado por violencia de género su ingreso en prisión y se le solicite que se presente voluntariamente a una hora y día determinado, no garantiza en absoluto la seguridad de su víctima y es a todas luces una medida ineficaz: existen condenados en busca y captura por no haber sido trasladados por las autoridades competentes a prisión, dejándolos a su libre albedrío y con la posibilidad de escapar de la pena que se les ha impuesto.
En espera de una respuesta por parte de su institución, reciba un cordial saludo,
Fayna Bethencort Guerinet