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La madre de Piqué concede su primera entrevista tras la marcha de Shakira a Miami
Montserrat Bernabéu se sentó en el plató de Col·lapse de TV3, reivindicó su trabajo y rechazó hablar sobre el divorcio de su hijo con la cantante.
Montserrat Bernabéu, la madre de Gerard Piqué, ha hecho su primera aparición pública desde que Shakira se mudara a Miami y ha concedido una entrevista para el programa Col·lapse de TV3. La doctora hizo un repaso de su trayectoria profesional, reivindicó su trabajo y dio a entender que su visita al espacio televisivo tenía que ver exclusivamente con su profesión, por eso no permitió ni siquiera una vez que se hablara de su vida personal o de la de su hijo.
“Como todo el mundo tengo mi vida profesional y personal. Pero de mi vida privada solo hablo con mi entorno. Cuando estoy en el trabajo me centro en lo que tengo que hacer y soy la doctora Bernabéu”, espetó en un momento dado del programa que presenta Ricard Ustrell. Montserrat no quiere entrar en polémicas y sabe perfectamente que cualquier comentario puede generar titulares, y más si en las redes sociales alguien lo saca de contexto.
De hecho, la madre de Piqué habría pedido al programa, según La Vanguardia, que no le preguntaran sobre su vida privada ni sobre nada que tuviera que ver con el divorcio de su hijo con Shakira ni con Clara Chía. Eso sí, aseguró encontrarse “en plena forma” y dispuesta a hacer frente a todo lo que se le ponga por delante después de meses con la prensa en la puerta de su casa. Cabe recordar además que su nombre apareció más de lo que habría deseado en los medios de comunicación después de que Shakira colocara una bruja mirando hacia su casa en el balcón de la mansión de Esplugues de Llobregat que la cantante compartía con Piqué.
El recuerdo de Piqué que todavía duele a Montserrat
La serenidad de Montserrat Bernabéu flaqueó cuando recordaron el episodio que vivió Piqué en 2012 en un partido en el Camp Nou. El central del Barcelona chocó contra Didier Drogba y se golpeó la cabeza: “Recuerdo que en ese momento estaba en el campo (...). Todavía me cuesta hablar de ello”, confesó intentando aguantar las lágrimas. “Él siguió jugando, pero no sabía dónde estaba. Estaba desorientado y había sufrido un traumatismo craneal importante”.