La hija transgénero de Elon Musk explota contra su padre: “Es indiferente y muy narcisista”

La polémica que Elon Musk, CEO de Tesla y cara visible de X (Twitter, antes), sembró al sentarse frente a Jordan B. Peterson para hablar, entre otras cosas, sobre la transexualidad sigue coleando de manera incendiaria por redes sociales y en todo el ecosistema de medios norteamericano. El magnate tiene una hija biológica, Vivian Jenna Wilson (Xavier, de nacimiento), que transicionó de hombre a mujer, a quien se refirió en la citada entrevista asegurando que, para él, su “hijo está muerto”.

“Me engañaron para que le diera bloqueadores de pubertad a mi hijo. Estos son medicamentos de esterilización. Mi hijo Xavier está muerto, asesinado por el virus woke. Esta es la razón por la que prometí destruir el virus woke”, dijo, haciendo hincapié en la ‘trampa’ en la que había incurrido y colocando un nombre científico al proceso que, insiste, sufrió su retoño: “Perdí a mi hijo. Lo llaman ‘deadnaming’ por una razón y es porque tu hijo está muerto. Por eso, mi hijo Xavier ha sido asesinado por el virus de la mente despierta”.

“Fue cruel”

Dichas palabras han retumbado con tanta fuerza que la respuesta no ha demorado su aparición. Vivian Jenna, fruto del matrimonio del empresario con la escritora canadiense Justine Wilson, ha tachado a su padre de “ausente” y de “poco solidario” en unas declaraciones para el canal NBC News que, ahora, devuelven con más fuerza las críticas que su propio padre profería por el comentado cambio de género.

“Creo que él suponía que yo no iba a decir nada y que simplemente dejaría esto sin respuesta, lo cual no voy a hacer. Si vas a mentir sobre mí, descaradamente y ante una audiencia de millones, no pienso dejarlo pasar”, ha lamentado, desvelando que, en realidad, desde que recuerda, su padre no ha estado todo lo presente que debería: “Era un padre muy frío. Se enfadaba muy rápido. Es indiferente y muy narcisista”.

Por si fuera poco, Vivian Jenna ha revelado que Musk veía con malos ojos los rasgos femeninos de su hija, llegando, incluso, a regañarle por ello. “Yo estaba en cuarto. Hicimos un viaje por carretera que no sabía que en realidad era solo un anuncio de uno de los coches, no recuerdo cuál; y él me gritaba constantemente y brutalmente porque mi voz era demasiado aguda”, ha recordado, resumiendo en dos palabras las sensaciones de aquella época: “Fue cruel”.

La ruptura de su silencio

La respuesta de la joven es algo más que una contestación. En 2022 presentó una solicitud a un tribunal de California para cambiar su apellido, argumentando que ya no vivía con su padre biológico y que, de hecho, tampoco deseaba “estar relacionada con él de ninguna manera”.

Optó entonces por un cauto silencio mediático que se ha mantenido fiel a la discreción hasta que las últimas palabras de Musk han roto el saco de su paciencia. Su respuesta es, a efectos prácticos, la primera vez que habla públicamente del asunto, manteniéndose firme en la decisión que hace dos calendarios tomó y, sobre todo, plantando cara a su progenitor.

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