La confusión de Rosa López en ‘Pasapalabra’: “Ostras, ¿por qué lo vemos tan lento?”
La cantante, que ha sido una de las últimas invitadas del programa para promocionar ‘El Desafío’, no recordaba que podía pasar su turno durante una de las pruebas.
Rosa López ha sido una de las invitadas en la última entrega de Pasapalabra. La cantante, que estaba promocionando otro de los programas de la cadena, El Desafío, ha tenido una confusión que ha sido muy comentada durante una de las pruebas previas que permiten a los concursantes conseguir segundos para ‘El Rosco’.
En ‘Sopa de letras’, la granadina ha tenido un breve lapsus al olvidarse por completo de que podía pasar su turno. El primer panel que tenía que resolver su equipo, el liderado por Rafa Castaño, tenía escondidos tres alimentos que hay que pelar antes de comérselos. “¿Gamba?”, ha intentado adivinar la artista con éxito. “¡Pero eso no es una fruta! Eh… me he liado”, ha expresado visiblemente nerviosa.
Sin embargo, Rosa ha sido capaz de completar el panel y ha tenido que enfrentarse a otro mientras pasaban los segundos. Y aunque ya Roberto Leal le había explicado que podía pasar el turno, la cantante seguía empeñada en que tenía que resolverlo sola. “Ostras, ¿por qué lo vemos tan lento?”, ha expresado.
“Ah, que se puede pasar”
Finalmente, transcurrido más de un tercio de la prueba, la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo, se ha dado cuenta de que no tenía que resolver ella sola la prueba. “Paso, puedo pasar?” ha pronunciado mientras que la realización se iba rápidamente con Rafa. “Ah, que se puede pasar. Cagüen la mar”.
Ya en un segundo plano, Rosa se lamentaba constantemente de no haberse dado cuenta de que podía pasar el turno a su compañero. Tanto que una de las respuestas de uno de los juegos era “ostra” y Rosa aprovechó el momento para volver a clamar por su confusión: “ostra, eso digo yo”.
Nada más terminar el juego, la cantante se disculpó inmediatamente con su compañero. “Tío, no me acordaba de que tenía que pasar”, le dijo. Sin embargo, la papeleta fue rápidamente solucionada por Rafa, que empezó a resolver paneles a contrarreloj hasta conseguir una buena renta de 30 segundos.
La deportividad de Orestes
Ya en la prueba final, Orestes y Rafa volvieron a medirse para intentar conseguir uno de los botes más altos de la historia del programa, 2.050.000 euros. Y, aunque ninguno de los dos lo consiguió, el enfrentamiento 160 entre los concursantes dejó una gran muestra de deportividad por parte del burgalés.
Con los dos empatados a 22 aciertos, Rafa arriesgó para decantar el empate a su favor sin éxito. Orestes, con tan solo dejar pasar el tiempo restante podía haber ganado el programa. No obstante, y a pesar de que reconoció que no sabía cuáles eran las palabras que le faltaban para llegar al gran premio, decidió jugar provocando con su error el quincuagésimo empate.