La confesión del exguardaespaldas de Rocío Carrasco que sentencia a Antonio David Flores

El calvario que sufrió Rocío Carrasco durante su relación sentimental con Antonio David Flores sigue acumulando nuevos testimonios que son recogidos ‘En en el nombre de Rocío’ y que ponen en muy mal lugar a la figura del que fuera Guardia Civil. Esta vez, Tony Rodríguez, exguardaespaldas de la hija Rocío Jurado, ha sido el encargado de trasladar algunos detalles acerca del maltrato físico y psicológico que sufrió Rocío Carrasco en el momento que trabajó para ella.

“La insultaba, a veces también la cogía del brazo y la zarandeaba”

Este empleado de seguridad, que fraguó una gran relación con la familia de la artista, ha roto su silencio casi tres décadas más tarde con el objetivo de dar a conocer cómo era realmente la actitud de Antonio David. Tony asegura que estuvo presente en muchos de esos momentos en los cuales la hija de Rocío Jurado estuvo sometida por el comportamiento de su expareja.

“He visto al ser faltar al respeto psicológicamente muchas veces a Rocío Carrasco. Él era muy prepotente y la tenía dominada. Él quería siempre pasar por encima”, comenzó diciendo. Seguidamente, este maltrato psicológico ejercido por el ex de Olga Moreno pasó los límites debido a una serie de agresiones físicas, de las cuales Tony fue testigo. “La insultaba, a veces también la cogía del brazo y la zarandeaba. Cuando veía que algo no le cuadraba se metía con ella. Delante de mí la ha llamado hija de ** y le ha dicho cosas fuertes”.

Estos perjuicios, que ya fueron denunciados por ella en ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, no cesaron y el miedo de Carrasco a su expareja iba en aumento. “Algunas veces llegaba a casa y me encontraba a Rocío llorando. Yo le decía a Antonio David que se había pasado y él decía que no pasa nada. Era continuado. Yo ya lo veía normal. Por lo que yo veía parecía que Rocío le tenía miedo”.

De hecho, la artista le pidió al guardaespaldas que velase por la integridad y seguridad de su hija. “Rocío Jurado siempre me decía antes de volverse: ‘Tony, cuida de mi hija, que no le pase nada’. Cuando lo dice una madre… será por algo”.