La acusación particular pide 12 años de cárcel para Alves por presunta agresión sexual
Esther García, la abogada de la denunciante, ha presentado su escrito de acusación donde piden 12 años de prisión para el futbolista.
El ‘Caso Alves’ sigue evolucionando, y el futbolista brasileño, que se encuentra en prisión provisional en el centro penitenciario de Brians II, se enfrenta a 12 años de cárcel. El jugador fue denunciado por una joven de 18 años que asegura que fue agredida sexualmente en uno de los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona, el pasado 30 de diciembre.
Ha sido la defensa de la joven denunciante, a través de su abogada, Esther García, quienes han presentado este mismo martes su escrito de acusación para el juicio a Alves, que se celebrará en la Audiencia de Barcelona, tal y como han explicado fuentes jurídicas a la agencia ‘Europa Press’.
12 años de prisión piden contra Dani Alves. Un tiempo que contrasta con el que reclaman desde la Fiscalía, que por su parte piden una condena de nueve años de cárcel por la presunta agresión sexual. Además, desde la Fiscalía también piden 150.000 euros de indemnización, la cual en un principio se negó a recibir la víctima, pero que en última instancia se pidió revocar porque ella “no era consciente de las consecuencias plenas del delito ni de las circunstancias sobrevenidas que le impedirían (...) el desarrollo de una sintomatología ansioso-depresiva de intensidad globalmente moderada y, por tanto, un deterioro importante en diversas áreas del funcionamiento diario”.
Las pruebas en la causa
El futbolista se encuentra en estos momentos en prisión provisional en Brians II, habiéndole denegado en varias ocasiones el recurso de dejarle en libertad a la espera del juicio por riesgo de fuga. Entre las pruebas en la causa están en las cámaras de seguridad de la discoteca, que aunque no graban dentro del lavabo de la discoteca, sí que muestran diferentes imágenes del reservado en el que se encontraban con las que respaldan su denuncia. A las imágenes hay que añadir las huellas encontradas en el lavabo, y los restos de ADN de Alves en el cuerpo de la mujer.