La actriz que solucionó los ‘problemas’ sexuales de Matthew Perry
La publicación de sus memorias está ofreciendo jugosos pasajes sobre la vida del actor, que ha estado marcada por las adicciones desde la adolescencia.
Como si se tratara de un coleccionable por fascículos, poco a poco surgen nuevos episodios nunca antes conocidos sobre las andanzas vitales de Matthew Perry, el mítico Chandler en la serie ‘Friends’. Sin lugar a dudas, del elenco de actores de la icónica serie de los noventa, el actor de 53 años ha sido el que peor ha llevado lidiar con el éxito de la ficción debido a sus continuos problemas de adicción que incluso estuvieron a punto de costarle la vida.
Y es que, como reconoce Perry en sus memoras (Amigos, amantes y aquello tan terrible), que salen a la venta en nuestro país el 17 de noviembre de la mano de Contraluz, estuvo a punto de morir hace unos años después de que su colon estallara por el consumo excesivo de opioides.
Pero más allá de sus problemas de salud derivados de sus adicciones, el actor también se recrea en alguno de sus romances, como el que protagonizó junto a Julia Roberts y que acabó como el rosario de la aurora.
“Estaba constantemente seguro de que iba a romper conmigo”, escribe Perry en un extracto publicado por The Times, añadiendo que sentía que la estrella de Pretty Woman estaba “en los barrios bajos” al salir con él. “¿Por qué no iba a romper conmigo? Yo no era suficiente; nunca podría ser suficiente; estaba roto, doblado, no era digno de ser amado. Así que en lugar de afrontar la inevitable agonía de perderla, rompí con la hermosa y brillante Julia Roberts”, añade el actor, que también confiesa algunos problemas a la hora de man
Y es que, como recoge Page Six, Matthew Perry pensó durante “años” que su pene “no funcionaba”, hasta que la actriz y cantante Tricia Fisher, hermanastra de Carrie Fisher, llegó a su vida. Y es que el actor, que empezó a abusar del alcohol cuando era adolescente, recuerda en sus memorias que cuando intentaba “tener sexo” en aquella época no era capaz. Y, en lugar de hacer “la correlación entre la bebida y las partes íntimas”, Perry consideraba que era “impotente”.
“Andaba por el planeta pensando que el sexo era algo para otras personas. Durante mucho tiempo. El sexo sonaba muy divertido, pero no estaba en mi arsenal”, relata Perry, cuya suerte cambió con la aparición de Fisher ya que cuando le contó su “vergonzosa historia”, ella le aseguró que sus problemas de excitación “no iban a volver a ocurrir” y le “llevó a la cama”. “Pura gloria durante dos minutos enteros”, concluye en el libro con cierta sorna el actor, que en la actualidad se encuentra recuperado tras ingresar hasta 15 veces en rehabilitación y someterse a 14 operaciones.