Televisión

Kiko Matamoros habla de sus adicciones en ‘Supervivientes’

El concursante deja ver su lado más vulnerable y reconoce que se avergüenza de su labor como padre. Además, explica su proceso de rehabilitación.

Kiko Matamoros habla de sus adicciones en ‘Supervivientes’

Kiko Matamoros se convirtió en el gran protagonista de ‘Supervivientes’ durante la noche del martes. El colaborador de ‘Sálvame’ vivió su ‘puente de las emociones’ donde, por fin, dejó ver su lado más vulnerable lejos de la imagen a la que siempre nos tiene acostumbrados en televisión. El concursante habló sobre sus adicciones, el proceso de rehabilitación al que se sometió antes de viajar a los Cayos y de cómo se avergüenza de su figura como padre.

El televisivo comenzó hablando de cómo es la relación actual con sus cinco hijos. “Creo que no he sabido estar a la altura de lo que mis hijos se hubieran merecido. Ahora estoy muy orgulloso de la relación que tengo con cuatro de los cinco hijos que tengo. He descubierto tarde a una hija maravillosa gracias a la intervención de Marta, mi pareja”, comienza diciendo entre lágrimas mientras hace referencia a la influencer Laura Matamoros. Cabe recordar que, desde su ruptura con Makoke, Kiko no tiene ningún tipo de contacto con su hija Anita.

Y es precisamente a Anita Matamoros a quién quiso enviarle un bonito mensaje desde Honduras. “No la olvido. Forma parte de mi vida y yo de la suya. Y así será per saecula saeculorum. No somos los primeros que tenemos un problema de entendimiento. Yo la llevo en el corazón. Si necesita algo estaré ahí quiera o no”, afirma. “La vida pasa. Con 40 años piensas que todo se puede resolver, pero eso es mentira. Cuanto te das cuenta, ni tus hijos han disfrutado de ti ni tú de ellos, y nada ni nadie se merece eso”, dice. Kiko Matamoros asegura que se lamenta de no haber pasado más tiempo con sus descendientes.

Sus adicciones

“He jugado con la muerte a la ruleta rusa”, comienza diciendo respecto a este tema. “He sido adicto durante cincuenta años a la cocaína y fumador de tres paquetes diarios durante casi cuarenta años. Estoy en fase de recuperación. Tenía las mucosas casi necrosadas antes de entrar, empecé una rehabilitación mes y medio antes de llegar aquí. La droga es posible que no mate tan violentamente como se dice, pero mata y hace mucho daño”, reconoce.