Kiko Matamoros apunta el motivo de la fractura entre Isabel Preysler y Boris Izaguirre

A pesar de que durante años mantuvieron una magnífica y pública amistad, las cosas ya no son como eran entre Boris Izaguirre e Isabel Preysler. El presentador de televisión y la socialité han tenido varios choques recientes que han dinamitado toda la buena sintonía que tenían. El más público de todos fue la crítica que Izaguirre manifestó sobre Tamara Falcó a raíz de unas declaraciones de esta sobre los “tipos de sexualidades existentes en la sociedad”.

Sin embargo, Kiko Matamoros ha desvelado que no se trata del único desencuentro que los amigos tuvieron recientemente. Al parecer, durante una fiesta de Moet, la pareja de Boris fue exaltada a pedirle explicación a Isabel Preysler por no contestarle a los mensajes de Whatsapp ni a los audios que le enviaba.

“Además fue en un tono bastante feo. A Isabel le sentó muy mal el tono en el que Rubén se dirigió a ella y lo quiso dejar ahí”, anticipó. “Peor fue cuando se dirigió a Ana Boyer con unos aspavientos fuera de lugar y dándose cuenta todos los invitados de cómo le estaba hablando, en qué tono y en qué formas”, agregó.

Fue precisamente en ese momento, según Matamoros, cuando se terminó toda opción de una reconciliación que ya era complicada de por sí tras lo sucedido con la prometida de Íñigo Onieva. De hecho, según su versión, el presentador “estaba escondido no sé dónde y no se le ocurrió dar la cara o ir a pedirle disculpas a Isabel. A partir de ahí ellos se clavaron solitos los clavos del ataúd donde les ha metido Isabel Preysler”, zanjó.

Así fue la polémica con Tamara Falcó

Durante un congreso de familias en México, Tamara Falcó emitió unas declaraciones polémicas que fueron tratadas como homófobas por su forma de referirse al colectivo. Sin embargo, más tarde matizó lo que había dicho y aclaró que no se refería a ellos, sino que estaba pensando por aquel momento en Íñigo Onieva, con quien había terminado su relación unos días antes.

En ese momento, Tamara recibió decenas de críticas por parte de famosos y no famosos. Entre ellas, la de Boris. “Les interesa su popularidad, su vestuario opusino, esos polvos metalizados extraterrestres en sus mejillas y, sobre todo, su declarada fe católica. No es mi estilo sermonear, pero si tuviera que decirle lo que pienso, sugeriría un alejamiento de las mañas compañías y quizás una disculpa explícita”, escribió.