Kiko Hernández muestra la cara oculta de la tele y se despacha contra Xavier Sardà

En un mes se cumplirá el vigésimo aniversario del estreno de la tercera edición de ‘Gran Hermano’, una entrega que ganó el gallego Javito pero que le cambió la vida por completo al tercer clasificado: Kiko Hernández. El madrileño ha disfrutado de dos décadas en televisión y actualmente es uno de los rostros más importantes de Mediaset gracias principalmente a su trabajo como colaborador en ‘Sálvame’. Después de tanto tiempo delante de las cámaras conoce todo lo que se cuece detrás de ellas, y precisamente de eso ha hablado en una entrevista para la revista Diez Minutos.

Especialmente duro ha sido hablando de su etapa en ‘Crónicas marcianas’ y más concretamente sobre la figura de Xavier Sardà, con el que asegura que “jamás volvería a trabajar”. Según su testimonio, el presentador catalán “es una persona que está a gusto en el conflicto mientras se despelleja a los demás, aviva fuegos, no te frena. No le veo buena gente”.

Hernández apunta contra él porque en el programa nocturno en el que coincidieron valía todo: “El Yoyas pegó a Antonio David. Era todo una salvajada. Por no hablar de cuando pasabas por el camerino de Coto Matamoros, que nunca cerraba la puerta y veías lo que había dentro. ¡Daba un asco! Allí había de todo”, asegura. Estuvo en ‘Crónicas marcianas’ cuatro años pese a que en un primer momento Sardà no le quería por un comentario que hizo sobre él en una imitación en ‘GH’. Además, defiende que le amenazaron con un “o lo haces o te vas” para que se enfrentara a Sonia Arenas, de ‘GH 4′, algo que finalmente hizo “porque me lo pagaron muy bien”. Eso sí, le dijeron que ella no se metería con su familia y lo primero que hizo en el plató fue tildar de “pilinguis” a su madre y a su hermana.

Más de 100 demandas y otros secretos

Kiko Hernández ha confesado en la misma entrevista para Diez Minutos que le habría gustado trabajar con Pepe Navarro, que ha recibido más de 100 demandas durante su trayectoria en televisión y que ha visto cosas inimaginables en estos años. Por ejemplo, recuerda cuando “Antonio David hizo insinuaciones sobre la orientación sexual de Ortega Cano”, cuando “una colaboradora pagó a un tío para que se hiciera pasar por mi amante en la tele”, cuando le obligaron a llamar a María Teresa Campos “para colgarle el teléfono” o cómo “un presentador se lio con una colaboradora, la pilló con otro y, magia, ella desapareció de la televisión”.