Kiko Hernández, en el tiroteo del hermano de Begoña Villacís: “Pensaba que eran fuegos artificiales”

En torno a las doce y media de la mañana se escucharon unos disparos en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo, cerca de Montecarmelo. Borja Villacís, hermano de Begoña Villacís, había sido tiroteado desde un coche; la presencia de varios impactos de bala en la cabeza permitió indagar en la hipótesis de un crimen por ajuste de cuentas, cuya principal baza ha sido, además del modus operandi, la investigación que sobre la víctima recaía por presunto delito de narcotráfico.

La noticia ha ocupado toda la actualidad informativa del día: desde tabloides hasta platós de televisión, los tertulianos de cada formato han dedicado un significativo espacio a comentar el suceso. En el caso de Ni que fuéramos shhh ha sido al inicio de su emisión, recientemente estrenada en TEN. El motivo: tenían información exclusiva porque uno de sus colaboradores había sido testigo de lujo de lo ocurrido.

“De pronto llegan veinte coches de policía”

Kiko Hernández se alojaba en un hotel próximo al lugar de los hechos cuando, de repente, algo sonó. “¿Te puedes creer lo que me ha pasado?”, iniciaba su relato Hernández, probablemente consciente de que iba a sumir al resto de contertulios en la más absoluta incredulidad: “Ha sido enfrente de mi hotel y he escuchado los tiroteos. Estaba hablando con mi madre y pensaba que eran fuegos artificiales porque allí en Melilla hacen mucho eso, así que no le hice caso”.

Su tranquilidad se vio interrumpida con la llegada de las autoridades. “Y de pronto llegan veinte coches de policía”, dice. No eran fuegos artificiales. Entonces se activó el protocolo ordinario para este tipo de casos, que desencadenó la actuación policial para poner a salvo a las personas cercanas al suceso: “Vienen corriendo y nos dicen que nos metamos dentro del hotel. Vienen armados, con pantallas protectoras, más de 50 agentes”. Hasta la zona llegó, dice, “un helicóptero”.

La presencia de Kiko Hernández en un hotel de la capital tiene una explicación: aunque el antiguo colaborador de Sálvame vive en Melilla, esta semana se ha incorporado al equipo de Ni que fuéramos shhh. Su aparición ha coincidido con el salto a televisión del formato, así como con este suceso que, en torno al mediodía de este martes, ha paralizado a la sociedad española.

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