TELEVISIÓN
Keyla, de ‘LIDLT’, se sincera sobre su duro proceso de transición
La concursante de la última edición del programa de Telecinco cuenta en ‘Mtmad’ que vivió “un infierno del que aún tengo secuelas”.
Keyla Suárez se ha convertido en la primera concursante trans de la historia de ‘La isla de las tentaciones’. La joven, de 22 años, es una de las tentadoras de la sexta edición del formato que Sandra Barneda presenta en Telecinco. Natural de Las Palmas de Gran Canaria, la modelo rápidamente ha llamado la atención del resto de participantes gracias a su destacada belleza. De hecho, fue candidata a Miss Universo en el año 2021.
“Soy una mujer de la eme a la erre, y eso hay que dejarlo claro”, expresó Keyla Suárez poco antes de emprender su aventura en ‘La isla de las tentaciones’. Ahora, la canaria reaparece en ‘Mtmad’ para hablar abiertamente sobre su duro proceso de transición: “Estoy aquí para que me conozcan porque creo que es necesario. Y porque a mi también me hubiera gustado ver a alguien como yo en su día, y que explicara lo que yo voy a explicar”.
“Yo siempre viví como una niña, así que no me di cuenta. Desde pequeña se me veía venir. Cuando empecé a crecer, y la gente me miraba raro, empecé a darme cuenta de que algo fallaba, de que quizás la gente no me veía como yo me sentía”, sigue relatando mientras muestra a los usuarios de ‘Mtmad’ una foto de ella durante su infancia luciendo ya una falda de su tía. “Allí fue cuando empezó la etapa del infierno porque fue la etapa más dura”, añade.
A los trece años, Keyla comenzó con los bloqueadores, y dos años después, con las hormonas. “Empecé a hormonarme a escondidas de la sociedad, solo lo sabía mi familia. Y llegó un momento que dice: ‘¿qué haces viviendo una vida de mentira?’, y le dije a mi madre que, para vivir así, no quería vivir”, afirma. La canaria confiesa que su etapa en el instituto “fue como ponerme en una pared y darle a todo el mundo una pistola”.
La elección de su nombre
La modelo también explica en ‘Mtmad’ el por qué de su nombre, Keyla. “Significa ‘belleza’. Lo más alto que tiene Dios, y fortaleza. Yo creo que son palabras que han definido mi transición”, concluye.