Kate Middleton pide perdón por su fotografía manipulada y dice que la retocó ella
La princesa de Gales se ha visto obligada a dar explicaciones después de que varias agencias dejasen de distribuir su primera imagen tras la cirugía.
Conmoción en el Reino Unido. Anoche crecía la alarma en torno a la salud de Kate Middleton después de que las principales agencias internacionales de información y fotoperiodismo (Reuters, AP, AFP y Getty) anunciasen que dejaban de distribuir la primera fotografía oficial publicada por la princesa de Gales tras conocerse que había sido ingresada en enero para una cirugía abdominal, de la que no han trascendido más detalles hasta ahora, por considerar que esta había sido manipulada, lo que ha hecho que la aristócrata haya tenido que pedir disculpas.
Las empresas se basaban en detalles como que la mano de la princesa Carlota no encajaba con la manga de su chaqueta, que el príncipe Jorge parecía excesivamente alto o que los dedos del pequeño Luis no estaban del todo definidos. Además, llamaba la atención la ausencia del anillo de compromiso de la princesa de Gales, la pieza compuesta por un imponente zafiro que siempre lleva en su mano y que antes perteneció a Lady Diana, su malograda suegra.
“Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre. C”. Con estas palabras, a través de las cuentas oficiales en redes sociales de los príncipes de Gales la otrora plebeya pedía perdón por haber retocado esta primera y tan esperada imagen que no había más que aumentar el misterio en torno a su estado de salud.
En la fotografía, Kate Middleton se encuentra sentada en una silla y rodeada de sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis, la princesa de Gales. Junto con ella, ayer, compartía el siguiente mensaje: “Gracias por sus amables deseos y apoyo continuo durante los últimos dos meses. Les deseo a todos un feliz Día de la Madre”. Y firmaba con la “C” de Catherine, una práctica habitual en la pareja heredera al trono del Reino Unido y la Commonwealth para manifestar con este gesto que no se trata de un mensaje hecho por sus encargos de llevar las redes sociales, sino que está escrito por ellos mismos.
La foto, según los medios británicos, había sido tomada esta semana, y era la primera desde que la princesa había sido ingresada en la clínica London, donde recibió el alta el 29 de enero tras someterse a una operación abdominal. No obstante, pese a las disculpas, el Palacio de Kensington no ha publicado la fotografía original.
Hasta ahora, la única imagen que había trascendido de la princesa de Gales desde que se la viese por última vez en las fechas de navidad había sido captada la semana pasada mientras iba como copiloto en el coche de su madre, Carole Middleton. Una imagen que coincidía pocos días después con el anuncio por parte del ejército de su presencia en el desfile Trooping the Colour, previsto para el 8 de junio, lo que hacía presagiar que Middleton había mejorado ya de sus dolencias. Aunque horas después saltaba la alarma, al borrar la página web oficial esa información y cancelar la reaparición de la princesa de Gales.
Además, hoy pudo verse de nuevo a la princesa mientras salía en coche de su residencia en el asiento de atrás de un coche acompañada de su esposo y heredero al trono, el príncipe Guillermo. Un momento que era captado por la prensa británica, que no esperaba verla.
Hermetismo y teorías
Pese a la publicación de esta foto con sus hijos en redes sociales y las posteriores disculpas personales por su desmedida y errática edición, el silencio informativo por parte del Palacio de Kensington, al que parece que no le llegan más que problemas, está propiciando todo tipo de rumores acerca de por qué fue ingresada la princesa de Gales. Desde que se viese por última vez a la princesa de Gales en un acto oficial en diciembre del año pasado, poco se conoce acerca de cómo se encuentra en realidad. Un hermetismo en torno a ella que no ha hecho más que disparar todo tipo de teorías al respecto de qué podría sucederle.
Un misterio que se ha convertido en un caldo de cultivo para la desinformación. De hecho, poco antes de salir del hospital, la periodista Concha Calleja contaba en Fiesta (Telecinco) que la princesa de Gales habría sido intervenida sin informar al pueblo y que el Palacio de Kensington se había visto en la obligación de emitir el comunicado después de que el postoperatorio no fuese bien. “La última vez que la vimos fue en la comida de Navidad y a partir de ahí comienza a sentirse mal, no era la primera vez que se sentía mal, pero sí la más preocupante. Kate ingresa en el hospital el 28 de diciembre”, explicaba la periodista. “Los médicos tuvieron que tomar una decisión bastante drástica en ese momento debido a esas complicaciones: inducirla a un coma. Hubo que intubarla y hubo que inducirle un coma”, contaba la colaboradora, quien añadía que había sufrido “complicaciones graves” no esperadas por los médicos, ya que la operación sí había ido bien.
“Cuando ellos dan ese comunicado, ya ha pasado todo el postoperatorio, ese comunicado se hace forzosamente. Entre bambalinas, hay una discusión tremenda para poder decir qué comunicado se va a dar ahora. La verdad de lo que ha pasado, la verdad de por qué la han operado, de qué la han operado, no la vamos a saber, salvo que la recuperación no progrese adecuadamente. Y entonces sí que nos dirán la verdad porque la vamos a ver”, agregaba. Y decía también que su vida había “corrido mucho peligro”, y que la única preocupación de la Casa Real había sido “salvarle la vida”: “La preocupación era palpable”.
Asimismo, ante este hermetismo también hablaba Angela Levin, la biógrafa de la reina Camila, quien llegaba a plantear que la princesa de Gales se encontraba ingresada en la clínica London debido a un problema de salud mental. Lo que hacía saltar las alarmas entre los británicos, quienes tienen miedo de que se repita la historia vivida por Diana Spencer, a la sazón, la princesa del pueblo, quien tuvo que lidiar con trastornos depresivos y alimentarios que se acuciaron por los problemas en su matrimonio con el entonces príncipe Carlos.
Por su parte, la periodista de ABC y colaboradora de Espejo Público Pilar Vidal afirmaba que la cirugía abdominal de la princesa de Gales estaba relacionada con una histerectomía (una operación que se realiza para extirpar el útero y el cuello uterino), información que tampoco fue confirmada por el Palacio de Kensington. Este tipo de operaciones estarían indicadas en casos de tumores uterinos, cáncer de cuello de útero o displasia cervical severa, cáncer de ovario, endometriosis, sangrado vaginal importante y prolongado, prolapso uterino, etc.
Y otra de las hipótesis que se baraja al respecto del ingreso de la princesa de Gales es que esta se hubiese sometido a una cirugía de corte estético tras dar a luz a sus tres hijos y habiendo manifestado públicamente que no esperaba volver a ser madre. Al tratarse de una cirugía plástica (donde también podría haber ido mal el postoperatorio, coincidiendo con la conjetura apuntada por Calleja), el Palacio de Kensington habría preferido mantener silencio y no comentar nada al respecto.