Julián Contreras, atacado por el perro de su vecino: “Llamó a la Guardia Civil”

Mientras que el entorno de Julián Contreras no cesa de presentar originales contratiempos, al hijo de Carmina Ordóñez se le acumulan los problemas. Tras reaparecer mediáticamente en ¡De Viernes! hace algunos meses, de la mano de la polémica por el hipotético impago reiterado que confesó su excasera, una tal Aránzazu, ha vuelto a situarse en la discreta retaguardia de la primera línea mediática.

Hoy vuelve a ser noticia, pero no por los supuestos problemas que presentó en la que fue su vivienda en Móstoles. Hoy es noticia por aquello que no son los problemas; por las originalidades: ha sido víctima del ‘ataque’ del perro de uno de sus vecinos. Así lo ha desvelado Pepe del Real en Vamos a ver, formato vespertino de Telecinco, aclarando que, aunque él se encuentra bien, la peor parte se la ha llevado su mascota.

Un perro famélico y la llamada de Fran Rivera

Ha sido en torno a las cinco de la tarde de este miércoles. “Julián Contreras iba paseando con su perro, una mascota que adoptó porque se la encontró abandonada. Mientras iba paseando, el perro de un vecino atacó a su mascota y a él”, inicia su speech el colaborador del espacio presentado por Joaquín Prat, ante la atenta mirada del resto de sus contertulios. La clave no residía en correa ajena: había intentado proteger a su propio perro.

“Decido llamar a Julián y él me dice que hubo un ataque por parte del perro de su vecino a su mascota. Él tuvo que intervenir para separar a los dos perros. Su mascota fue la que peor salió parada, pero a él afortunadamente no le pasó nada”, detalló el periodista, agregando que el animal que empezó el ataque se había escapado, presuntamente, de una finca cercana al chalé en el que actualmente vive Contreras, en Villar de Cañas. Tras el ataque, según le pudo confirmar el propio Contreras, “llamó a la Guardia Civil y al Seprona”.

Tal y como le desveló el televisivo a Del Real, es común, en ese municipio, así como en tantísimos otros de toda la geografía española y mundial, que los vecinos “tengan perros como si fuesen alarmas” con el fin de proteger su propiedad. Además, sugiere que, quizá, el can llevaba “dos semanas sin comer”: el perro, famélico y con los huesos marcados, se habría fugado, según explica, en busca de algo que llevarse a la boca.

Quien ha sentido, dice el periodista, una brutal impotencia por este episodio ha sido el hermano de Contreras, Fran Rivera. “Llamó exaltado a la secretaría del Ayuntamiento para decirle que necesitaba ayuda (...) el perro está herido, pero no le hicieron caso, porque él no es inquilino de la casa donde vive”, sentencia.

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