Juancho Marqués: “¿Suite Soprano? No queremos forzarlo, pero la espina la tenemos todos”
Algo más que un rapero sin nunca renunciar al rap, Juancho Marqués visitó AS para hablar sobre música y su gran pasión, el fútbol y el Real Madrid. “¿Mbappé? Que no maree”, aseguró sobre el francés, que apunta al Real Madrid.
Juancho Marqués (Sevilla, 1987) llega a la redacción de AS con tanto respeto como soltura. Como quien entra por primera vez a casa de un amigo con el que ha fortalecido su relación recientemente. Saluda a los redactores con amabilidad y en la sala de reuniones se queda mirando las camisetas de la Selección como el coleccionista de arte que ve piezas difíciles de conseguir. “Yo colecciono camisetas también”, reconoce y empieza a citar elásticas de su colección tan de memoria como si hablara de sus canciones.
Para el artista hablar de fútbol es tan natural como hablar de música. Las dos son una constante en su vida, dos grandes pasiones que mezcla con naturalidad. Como el que improvisa en un corro con amigos o golpea el balón buscando la escuadra mientras calienta antes de su partido… Sale al campo o al escenario, Juancho Marqués.
¿Cómo empezó en el rap?
- Mi hermano trajo un recopilatorio de música negra y lo descubrí por casualidad. Luego en películas también como ‘Mentes peligrosas’ en el que sonaba ‘Gangsta Paradise’ de Coolio. Fue mi primer contacto.
Aunque antes había lanzado más trabajos, al principio de su carrera saca Domenica como parte de Suite Soprano. Un disco que marcó a una generación...
- Me lo recuerdan mucho. Cuando lo sacamos en el momento nos preguntamos si la gente lo entendía porque fue un contraste entre lo que se hacía en el momento y lo que hacíamos nosotros. Con los años es un álbum que creo que se ha convertido en referencia. La gente sigue deseando que volvamos a sacar algo de ese estilo. Le tengo cariño a esa época.
Juancho Marqués
Creo que usted mismo confirmó que habría un nuevo disco de rap en el sentido más estricto dentro de poco…
- Nunca me fui del rap. Pero si he investigado en otro tipo de sonidos. Más en la forma que en el contenido. Mi origen es el rap y siempre he sido más de escribir que de música como tal. Desde hace tiempo tenía ganas de hacer un disco de rap. Quería volver al origen, contar más cosas y ahora, con el bagaje que uno lleva, puedo hacer producciones mejores.
En los conciertos siempre metes mucho rap clásico…
- Nunca me desligué de eso. No quería que me viesen solo como un rapero y que tenía la capacidad de hacer más cosas, pero eso es lo que me siento. No soy un cantante como tal, sí porque canto, pero no destaca mi voz, destaca mi capacidad de transmitir.
Si vuelves al rap, ¿volverá algún tema con Sule B?
- Todavía no lo hemos planteado. Ha estado la conversación en el aire de hacer algo nuevo como Suite Soprano o no, pero no se ha concretado. Si hemos decidido reeditar Domenica, que hay gente que lleva muchos años buscándolo en formato físico. No queremos forzarlo, tenemos que coincidir todos en ganas, en tiempo… La espina la tenemos todos. Con Sule siempre he seguido teniendo contacto y seguiremos haciendo cosas seguro aunque no sea bajo el nombre de Suite Soprano.
Dentro de ‘Blue Sundays’ tienes un himno que es ‘Nos vamos a comer el mundo’ con La Maravilla Orquesta del Alcohol, ¿cómo surgió esa colaboración?
- Los conocí de casualidad, les escribí y para mi sorpresa me hicieron caso. El otro día estuve cantando en Burgos y les vi, que llevábamos sin coincidir un tiempo. Estuvieron David, el cantante y Alvar, que es el saxo, y subieron al escenario. Les hice un poco el lío porque venían a pasárselo bien y estaban a su rollo, pero la gente sabía que estaban allí… Les hice la putada (risas). El tema surgió de casualidad. David me enseñó el ritmo de guitarra que aparece al principio de la canción y me lo cedió muy amablemente para hacer la canción. Fui a Burgos con ellos y lo hicimos en su estudio. Coincidimos mucho en la manera de ver la música y la vida y eso siempre lo pone más fácil. La MODA es un grupo que admiro y mucha referencia para mí que muchos de mi género. Hacen música de corazón. Buscan trascender. Sus conciertos están petadísimos. Les acompaña gente muy fiel.
Juancho Marqués
Tus discos están llenos de colaboraciones, con Natos y Waor, Recycled J, Iván Ferreiro, Maria José Llergo… ¿Cómo surgen?
- A María José la conocí por el tema ‘Niña de las dunas’. Me flipó. Para una colaboración me fijo en que me guste, me da igual los seguidores que tenga. Si tiene muchos de hecho igual ni lo planteo porque pienso que está más subidito y a veces, pasa (risas). No suelo pedir muchas colaboraciones, dejo que surja. A Maria José la escribí para ver si quería en ese momento. Con Iván Ferreiro surgió a través de un amigo en común. A él le admiro desde siempre. Con Recycled, Natos y Waor es que directamente he crecido con ellos. Yo estaba en Inglaterra cuando supe de ellos. Cuando vine nos conocimos y somos amigos. Hemos hecho carrera al mismo tiempo y es algo más natural.
Hablando de Iván Ferreiro y Recycled J, ¿cómo se apañó para llegar al concierto de ambos el mismo día?
- Me lo organicé para que me diera tiempo a las dos cosas. Salí echando hostias para llegar de uno al otro (risas).
Hablando de arte, esta semana Spotify anunció que ellos encapsularían ‘lo mejor’ de los temas ofreciendo versiones de 20 segundos incluso antes del tema completo. La decisión fue muy criticada. ¿A ti como creador que opinión te merece?
- En el periodismo pasa de alguna manera con los clickbaits, ¿no? Cualquier video ahora funciona mejor un ‘short’ que un videoclip. Hay tanta sobreinformación que parece que tenemos que ir a lo rápido. Lo díficil es presentar un proyecto con cierta profundidad. Tampoco me sorprende, la verdad.
¿Ha visto mucho cambio desde tus inicios en el consumo de música?
- Yo cuando empecé no había Twitter ni YouTube. Nosotros subíamos las maquetas a HHGroups o a MySpace. Cuando apareció YouTube, nosotros colgábamos el tema para que la gente lo descargase y luego, nos dábamos cuenta que otro usuario lo subía y monetizaba él. Luego, apareció Spotify que pagaba mejor que Youtube y redirigimos contenido ahí. MySpace en su momento era superimportante. Mira, con Artic Monkeys que salieron de allí y luego, desapareció. También viví cuando pegar carteles era clave para antes de un concierto… Nos hemos readaptado constantemente. Ahora con TikTok, donde se descubre mucha música en teoría. Es importante para seguir distribuyendo la música.
Los directos siguen siendo clave, ¿cómo va la gira de Paraíso 39?
- Creo que la gente se lo está pasando genial. Ha habido un cambio de tendencia. Creo que ha bajado en números y creo que también le pasa a otros artistas. Creo que los festivales están afectando a los conciertos en sala. Es algo que veo en los que somos de clase media. Está yendo bien. Pero para llevar a tanta gente como llevo yo… A veces es complicado el lidiar pagar con todo. Yo llevo 18 personas… Pero los conciertos están yendo bien.
En el WiZink tuvo que ser especial…
- Sí, lo fue, sin duda. Teníamos más tiempo para hacer más canciones. Siempre en Madrid es muy especial.
Juancho Marqués
En tus temas y en redes siempre has mostrado mucha conciencia social por muchos temas, pero la situación palestina te tiene verdaderamente preocupado…
- Es cierto que antes me posicionaba mucho en cualquier cosa. Ahora, no tanto. No creo que me toque a mi ser la voz principal de cada causa. A veces, hasta puedes cambiar de opinión… Con los años he sido más precavido. Ahora, en lo que se refiere a Palestina me parece tan obvio. Es tener humanidad. No tiene sentido que la gente no se posicione. Me manifiesto más además porque veo que hay un silencio… Gente que se posiciona en todas las causas y para esto no ha sido capaz de poner un mensaje. A raíz de esto, he perdido ‘engagement’ en mis redes y te hacen ‘shadowban’.
¿En serio…?
- Es literal, lo he visto. Mis publicaciones han bajado, pero, joder, sin ni en esto te posicionas. ¿Qué tiene más valor lo que yo hago que lo que está ocurriendo? Preferiría que no me fuera bien en la música y que esta situación cambiase. Es más importante que yo mismo. No tengo tanto ego para no ver que cada 15 minutos matan a un niño y no hagan absolutamente nada. Es más triste aún que la gente me de las gracias por posicionarme y manifestar algo que me parece obvio. A mí me entristece.
Hablando de temas sociales. Tanto en el fútbol como en el rap las mujeres avanzan como referencia. ¿Cómo ves su auge en dos mundos que estaban muy masculinizados?
- Da la sensación que el rap es un mundo masculinizado, que lo ha sido, pero es que el mundo ha sido masculinizado. Pero pasa en cada estrato social, en cada lado, en grupos de rock, de indie, en el fútbol, en el periodismo, en la política… En la música urbana, cada vez tienen más peso y ellas se lo creen más. Tienen menos complejos de hablar de ciertas cosas. Ahora escuchas a Bad Gyal hablar de su cuerpo, su sexualidad… Antes igual la tachaban de ‘x’ y los hombres lo hacían libremente. Ahora, mola que ella diga eso y le dé igual. Mola que haya más mujeres que digan lo que quieran y no ocurra nada.
Pero queda todavía camino por recorrer.
- Mire ha entrado una chica italiana en mi oficina y le estaba pidiendo referencias de artistas italianos y da la sensación de que hay mujeres que llegan muy alto, pero que si miras a la clase media, muchos siguen siendo tíos. Quitando las que aparecen como cabezas de cartel, tengo la sensación de que sigue habiendo ciertas diferencias. Bueno, ciertas, hay diferencias obvias. Ahora se las toman más en serio en el género urbano y tienen más peso. Está cambiando para bien.
Hablando de la mujer en el rap es obligado recordar a Gata Cattana.
- Impactó en mucha gente. Su mensaje caló en la gente a la que llegó. Si hubiera tenido más tiempo, su impacto sería mucho mayor. Caló muy fuerte en toda la gente que llegó a conocerla. Se fue demasiado pronto y en el momento en el que iba para arriba. Con todo, lo ves en muchos ámbitos tanto musicales como reivindicativos. Era referencia para muchísimas personas. Era una persona que no dejaba indiferente a nadie. Tenía una personalidad fuerte, una sensibilidad especial, unos conocimientos increíbles… Llegaba desde la poesía, una conversación, la música. Te enseñaba de cualquier forma… Ojalá la gente la recuerde mucho tiempo y su obra sea lo más permanente posible. Aún con la pena de todo lo que podía haber construido y se quedó en el limbo.
En varias ocasiones ha sido humilde y ya ha dicho que se siente de ‘clase media’...
- Bueno, mira Iván Ferreiro se definía así. Nunca ha sido ‘mega mainstream’ (sic), pero siempre ha estado ahí. Yo prefiero eso y alargar mi carrera que pegar un pelotazo y en tres años irme al carajo. No es que no me sienta cómodo. No tengo la necesidad de llenar estadios. Quiero que crezca y la gente venga, pero para poder trabajar de esto y pagar a la gente que hace esto conmigo. Para ser feliz. Pero no tengo una ambición material excesiva. Artística, sí.
Artística está claro, hasta tiene su documental. ¿Cómo fue la producción?
- En ese momento quería mostrar lo que hacíamos. Aunque fuera una Riviera, que es grande, pero en nuestro mundo no es como un WiZink, pero siempre intentamos hacer cosas especiales. Trajimos un coro, músicos… No era un documental pretencioso. Invertí casi lo que ganaba en hacer cosas creativas y mostrar lo creativo que hacemos. Siempre me ha gustado poder acercar lo que hacemos y demostrar que somos gente normal con nuestras cosas. La gente pregunta “¿cómo es que te pidan fotos?”. Al principio te parece raro, pero luego lo normalizas.
Estando en AS es obligado hablar de deporte, ¿cómo nació tu pasión por el fútbol?
- Yo nací con más pasión por el fútbol que por la música. Yo creo que hago música porque para el fútbol no era tan bueno. Igual es tirarme piedras sobre mi tejado, pero hubiese preferido ser futbolista (risas). No me dieron para tanto las piernas. Mi hermano mayor jugó en el Atleti, en el Betis… Creo que llegó a coincidir con Joaquín y seguro que con Antonio López. Estaba en esa generación. El fútbol me ha gustado desde pequeño. Me acuerdo llorando cuando la Juventus eliminó al Real Madrid con un gol de Ravanelli. Lo entiendo como una pasión. Hay cosas más importantes, pero como decía Galeano, “es la cosa más importantes de las menos importantes”. He crecido con ello. Llevo jugando desde los cinco años y a día de hoy sigo jugando. Bueno, el otro día llegué a enfadar a los de mi ‘crew’ (risas).
¿Por el fútbol?
- Sí. Tocábamos en Alicante y Murcia e hice salir a la furgoneta a las nueve de la mañana para llegar a jugar el partido de liga que tenía. Todos habíamos estado tomando algo encima después del concierto (risas). Hasta que me lesione, que ya me he lesionado muchas veces, pero bueno, hasta que no me den más las piernas, jugaré.
Usted juega en la liga de Aranjuez, pero también en Old Trafford. ¿Cómo llegó a jugar en el Teatro de los Sueños?
- Era un partido con influencers y músicos de todas partes del mundo. Nos invitó una marca que también es patrocinador del United. Había dos leyendas de entrenadores. En un banquillo estaba Berbatov y en la otra Wes Brown. A mí me tocó con Brown y el tipo me sacó de lateral izquierdo y de central, que yo no había jugado en la vida ahí. Recuerdo que fallé una que mis colegas se parten de risa porque se me fue alta. Siempre me vacilan con el ‘too high’ que dijo la narradora durante el partido (risa). Bueno, es que me pegué la carrera desde la posición de central para pillar alguna arriba y llegaba reventado. Antes fuimos a ver el partido contra el Fulham y nos enseñaron todo. Hasta el vestuario.
En tus canciones no faltan las referencias al fútbol, ‘Nos cogimos la de Grealish’, ‘Estoy triste como Messi, pero más pobre…’.
- Es que de verdad que es mi pasión. Más allá del juego, por la estrategia. Me quedo viendo charlas de juego de posición de Bielsa… Vengo de la época del PC Fútbol, del Football Manager… Jugábamos mi hermano, mi primo y yo. Desde el 1.0. Cogía un equipo de Segunda y le hacía campeón de Europa. Eso sí, hacía trampas porque si perdía volvía a cargar y volvía a jugar (risas). Yo fichaba a alguno que conocías como Pepín, que jugaba en Osasuna y era de Aranjuez.
Haciendo un símil con lo que hacíamos en el patio del recreo. Si se tuviera que equiparar usted como músico con un futbolista, ¿quién sería?
- A Toni Kroos.
Con clase, comprometido, elegante, algo crítico…
- Nunca le van a dar un premio al mejor centrocampista, pero es el mejor. No corre más que ninguno, pero 98% de acierto en pases… Ahí está.
¿Qué te parecieron sus declaraciones en la TV alemana por el gol anulado al Leipzig? Sorprendió con su honestidad…
- Era una jugada en la que desde el punto de vista de la regla se puede sancionar. Yo creo que aún con interferencia, habría marcado gol. Yo creo que tendría que haber subido. Luego dicen que ganamos porque las ayudas… y creo que el Madrid hubiera ganado igual (risas).
Hablando de centrocampistas, ¿qué le transmite Jude Bellingham?
- Ilusión. La capacidad para hacer todo bien con la actitud que tiene… La solidaridad, el sacrificio. Ves como corre en el 80 defendiendo, ayudando a sus compañeros. Entiende el liderazgo desde un punto de vista nada pretencioso. Ha entendido lo que al madridismo le gusta sin haber estado nunca aquí. Ese punto de entrega… Lo mejor es su capacidad para hacer todo bien. Defensivamente, de posicionarse, anticiparse… Hay veces que parece que va a perder el balón y no sabes como él la guarda, la controla y toma la decisión perfecta en cada momento. Su capacidad de llegar desde segunda línea para hacer goles. Parece un veterano de 32 años, pero tiene 20. Es sorprendente. Aparte, la presión que supone estar en el Madrid. Me parece increíble que a su edad llegue y se eche el equipo a las espaldas de esa manera. No hay prácticamente ningún caso. Está tocado por una varita mágica.
De toda la historia, ¿quién es su favorito?
- Uf, ídolos futbolísticos he tenido muchos. Cuando era pequeño me encantaban Zamorano, Laudrup, Hugo, Raúl… Mijatovic, Amavisca, Martín Vázquez me gustaba mucho también. Mire el primer recuerdo de mi vida es con mi hermano con tres años yendo a colegio. Yo llevaba el pelo a tazón y nos despedimos. Me dijo “Hasta luego, Schuster” y le dije “Schuster, no, yo Míchel”. Ese, de verdad que es el primer recuerdo de toda mi vida (risas). Luego, he tenido muchas referencias. Evidentemente, Ronaldo Nazario… He ido cambiando, pero casi siempre del Madrid.
Hablando del Madrid, volvamos al eterno tema. A nosotros siempre nos preguntan con Mbappé y hoy, le toca responder a usted. Juancho Marqués, ¿qué pasa con Mbappé?
- A mí me tiene agotado ya (risas). De verdad, que haga lo que quiera (más risas). Me encantaría verle jugar aquí, pero que no maree más. Por mí si no viene este año… Pues que traigan a Haaland. A mí Mbappé me parece más jugador, pero a Haaland le veo muy perfil ‘Real Madrid’. Creo que si pudiera me traería a Haaland a pesar de que Mbappé me parece mejor. A mí me llama la atención más un tipo que sale de un entrenamiento comiéndose una zanahoria cruda. Si viene Mbappé dará mucho y mola ver ese tipo de jugadores. La personalidad de Cristiano Ronaldo tampoco era de mis favoritas, a veces me ponía algo nervioso, pero luego… A más de 50 goles por temporada, haz lo que quieras.
El Mundial femenino, ¿llegó a verlo entre lo ajetreado del verano?
- Algo menos que el anterior. Vi resúmenes y la final. No pude verlo tanto. Pero el fútbol femenino me interesó desde el anterior.
¿Cuál fue la que más te gustó?
- A mí, ya desde el Mundial anterior, la que más me molaba era Jenni Hermoso. Se la veía que era una jugadora total. Como ves a Bellingham en el Madrid, su calidad, su llegada al área… Luego también las más conocidas como Rapinoe. Tengo la tarea de conocer más fútbol femenino.