Jorge Javier Vázquez, tras la cancelación de ‘Cuentos Chinos’: “Me duele defraudar”

El nombre de Jorge Javier Vázquez es sin duda uno de los más pronunciados en la última semana, y se debe a la reciente cancelación de su nuevo programa, ‘Cuentos Chinos’, con el que planeaba hacer frente a ‘El Hormiguero’ de Pablo Motos en el prime-time.

Sin embargo, y para sorpresa de todos -incluido él mismo-, ha acabado sin éxito. “Jamás se me pasó por la cabeza que el programa pudiera llegar a ser cancelado. Y mira que se me presentaron opciones, pero esa, nunca. Creía sinceramente que podríamos hacernos hueco”, ha comenzado explicando en su blog de ‘Lecturas’.

La audiencia no fue la esperada en ninguna de sus entregas pese a que se creía desde el principio que podían competir contra el que ha considerado su “vecino”, Motos. Y es que para Jorge Javier era un nuevo comienzo, con todo lo que ello supone: “Han sido meses de incertidumbre, con ratos en los que predominaba la esperanza y otros en los que me invadía la inseguridad. Me preocupaba cómo iba a encajar que el programa no cumpliera con las expectativas: las mías y las de los demás”.

“Cuando vienes de presentar un programa de televisión que ha hecho historia y de conducir los realities más exitosos de este país, la responsabilidad puede llegar a convertirse en tu peor enemigo. Me duele defraudar a los demás, me hace sentir vulnerable”, ha añadido.

Además, el presentador de Telecinco se ha pronunciado sobre las informaciones que apuntaban a una preocupación de su entorno por él, dejando claro que no le gusta “dar pena”. “Se ha llegado a escribir que mis allegados temen una nueva recaída en mi estado de ánimo”, es algo que niega Jorge Javier, admitiendo, eso sí, que se ha alejado “para sufrir lo menos posible”.

Un futuro abierto

Por último, ha hablado de su futuro, dejando claro que tiene varios escenarios a elegir, dejando abierta una posible despedida de la pequeña pantalla: “A partir de ahora se presentan nuevos escenarios: volver pronto a trabajar con un programa que funcione, no volver a trabajar en un tiempo, volver con otro fracaso, que no vuelva a trabajar nunca más. Ahora toca aprender a enfrentarse a una agenda vacía y libre de compromisos y obligaciones”.