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Jordi González, en el punto de mira de Hacienda: “Estar a la moda fuera del plató no desgrava”

‘VerTele’ desgrana en exclusiva la “sociedad pantalla” que el presentador utilizó para pagar menos impuestos y deducirse gastos de ropa, viajes y hoteles.

Jordi González habla de su momento ‘tierra trágame’ en su regreso a la televisión. Fuente: RTVE.

Jordi González se encuentra en el punto de mira de Hacienda. El Tribunal de Madrid asevera que el popular presentador de TVE utilizó una “sociedad pantalla” con el objetivo de esquivar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deducirse gastos cotidianos, ya sea de ropa o viajes, ya que alegó que su ocupación requiere “estar a la moda”, según recoge en exclusiva VerTele. Dicha alegación fue rechazada por el organismo judicial, ya que considera que “estar a la moda fuera del plató no desgrava”.

El catalán es administrador único y socio al 99,18% de Wooloomooloo SL, una sociedad que diseñó para firmar sus contratos televisivos cuando estaba en Telecinco. La empresa está bajo lupa por la tributación de los impuestos de los años 2011 a 2013, dado que en el primer año generó unos ingresos de explotación superiores a 1,5 millones. Una cifra muy distante a la cosechada en los dos años posteriores (738.000 euros en 2012 y 423.000 en 2013). Esta drástica reducción de ingresos se debe a que cambió el modelo de facturación a consecuencia de una inspección de trabajo.

La “sociedad pantalla” de Jordi González

La Agencia Tributaria considera que se trata de una “sociedad pantalla” porque el dinero que Jordi generaba en televisión iba a parar a esta empresa para pagar el menor número de impuestos. La defensa del presentador se puso manos a la obra y emitió varios recursos en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que fueron rechazados, en el que alegaba que su cliente “necesita mantener una imagen correcta fuera del plató y ‘vender’ un estilo y una imagen determinada que implica renovar vestuario con cierta frecuencia, ya que ese vestuario necesita estar en línea sobre las tendencias del momento”.

“Sin una inversión en vestuario, no podría mantenerse una imagen adecuada para trabajar en el mundo del espectáculo. En el mundo del arte y del espectáculo, lo que aporta como valor añadido y diferencia a unos presentadores de otros, es su imagen”, recoge una parte del recurso. El Tribunal sostiene que el presentador “no precisa mantener ninguna imagen, puesto que los telespectadores no le ven”. Tampoco tenía ninguna cláusula en su contrato que le obligase a vestir de una manera determinada.

Esto no es todo, la ropa no era el único gasto que el presentador reclama ante Hacienda a través de su sociedad. Jordi también metió, viajes, comidas y estancias en hoteles, que según su defensa formaban parte de su día a día. Hacienda también descubrió que hizo un total de ocho facturas en un mes por la compra de relojes. Una cifra que sorprendió al Fisco, dado que es “comprensible” que necesite un ejemplar, pero no esa cantidad. “¡Ocho facturas en un mes! Parece un poco excesivo y que dichas compras obedecen más al deseo de un coleccionista o de un aficionado a los relojes por disponer de ellos que a una real necesidad, que justificara su deducibilidad”.