Joana Sanz: “No disfruto igual de la vida”
La modelo, expareja de Dani Alves, ha hecho una de sus clásicas rondas de preguntas en redes donde ha confesado que está incómoda con los medios.
Joana Sanz, expareja de Dani Alves, vivía feliz con su carrera de modelo y como esposa del futbolista con un perfil discreto, una existencia que saltó por los aires a comienzos de año, cuando el jugador ingresó en prisión preventiva tras ser denunciado por una joven de 23 años que dice que este la agredió sexualmente en el baño del reservado de la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre.
Desde entonces, sus apariciones y reacciones han estado siempre en el ojo del huracán, especialmente tras trascender que ponía punto final a la relación con el brasileño, quien le está poniendo difícil el acuerdo de divorcio.
Una trascendencia que no termina de gustarle a la modelo tinerfeña, quien, en una de sus habituales rondas de preguntas con sus seguidores a través de las redes sociales, ha confesado que no se siente cómoda con esta exposición pública.
Extraña el anonimato
Aunque la maniquí era una profesional reconocida en las pasarelas y las campañas de publicidad, reconoce que extraña esa etapa en la que no era un personaje público. “Me preocupa que cualquiera pueda estar haciéndome fotos en cualquier momento. Es una sensación incómoda”, respondía a uno de sus seguidores.
“Que graben alguna conversación con mis amigos y luego la utilicen con un fin lucrativo… No sé, no disfruto igual de las cosas simples de la vida”, se queja la canaria.
“A eso, hay que sumarle el pánico que tengo de llegar a casa y tener algún medio de comunicación haciendo guardia”, agregaba.
