Las redes sociales estallan contra Joana Sanz: “Le importa la infidelidad y nada más”

Desde que reventase el caso de Dani Alves fue una de las personas que más miradas concentró. Joana Sanz, esposa del futbolista brasileño, se sentó anoche por primera vez en un plató de televisión para afrontar las preguntas que todo el mundo se cuestiona y, sobre todo, para despejar las dudas que mucha gente se figura. Y fue rotunda en esa labor. Casi un año después de que Alves ingresase en prisión por presunto abuso sexual, Joana Sanz habla claro acerca de cómo vivió aquellos primeros días y se sincera al respecto: no se divorciará.

Al principio fue una angustia vital. Y aunque no se trate ahora de una circunstancia más fácil, sí que admite ver todo con otra perspectiva. “El 20 de enero fue cuando mi marido entró en prisión. Yo sentía que ya no tenía como un porqué, ¿para qué vivir? ¿Para qué seguir? ¿Para qué?”, recuerda la modelo tinerfeña entre retóricas preguntas, apuntando a la supuesta violación de Alves a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona a finales del pasado mes de diciembre.

La primera conversación

Entonces termina de esbozar el retrato de esos complicados momentos iniciales: “me entero por la prensa, por la televisión. No sé cuándo hablé con él, fue bastante después y no dio para mucho la conversación”. Pese a que ahora se presente aquello como una amalgama de recuerdos difusos, Sanz hace breve el relato: “no me acuerdo, pero fue como un jarro de agua fría. ¿Esto está sucediendo de verdad? Me costó mucho lidiar con todo”.

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Cuando por fin cruzaron palabra tuvo lugar una primera conversación que, casi un calendario después, trae al presente. “Yo le echaba en cara realmente saber si había habido una infidelidad. En un momento tan duro de mi vida me ha fallado. A mí se me cae el mundo y yo digo hasta aquí”, detalla. Sin embargo, con el tiempo, ve otros matices en aquel diálogo y reflexiona con un nuevo prisma: “el inicialmente me lo negaba absolutamente todo. A día de hoy lo entiendo, se acababa de morir mi madre, qué me va a decir”.

Dice ‘no’ al divorcio y las redes estallan

No ha dado puntada sin hilo ni ha querido dejar ningún cabo sin atar. Bajo esa filosofía esclarecedora ha descartado la separación. “Estamos igual, no nos vamos a divorciar de momento. Está en la situación en la que está y seguiremos casados de momento”, se sincera, admitiendo también que al principio no fue esa su decisión: “él me dijo que hiciera lo que quisiera que no me iba a dar el divorcio y después yo dije ‘pues aquí seguimos’”.

En esa línea, Sanz ha rescatado las ascuas del amor. “Sigo estando para él y seguiré estando para siempre, el futuro dirá. Seguimos hablando por teléfono como si nada sucediera, nos apoyamos mutuamente como podemos”, ha confesado, añadiendo también que “nunca antes había sucedido nada como para crear un rechazo hacia él” y que “el amor está independientemente de casados o no casados”. “Es mi familia, yo voy a seguir estando, el tiempo dirá”, ha zanjado.

Paralelamente crecía la indignación en redes sociales por lo que muchos consideraban el blanqueo de una agresión sexual. “¿Joana Sanz acaba de calificar la violación de su ex a una chica como una infidelidad?”, se cuestionaba uno, mientras que otro disertaba escuetamente sobre la entrevista: “A Joana Sanz le importa la infidelidad y no lo demás, y así miles de personas que cierran los ojos ante las injusticias mientras no sean propias”. Y a otro usuario le bastaban tres palabras: “blanquea una violación”. De cualquier forma, la presencia de la modelo en el plató de Telecinco prometía ser un terremoto y, para sorpresa de nadie, el seísmo ha causado réplicas más allá de la pantalla.