James McAvoy confiesa que estuvo a punto de morir

James McAvoy lleva más de un año desaparecido de la gran pantalla, un mundillo en el que ha protagonizado películas tan conocidas como ‘Múltiple’ y ‘Glass’, para la que tuvo que transformar su cuerpo radicalmente. Ahora, su nombre vuelve a estar en la actualidad tras una entrevista que ha concedido a la revista ‘GQ’, donde se sincera sobre su vida personal y profesional.

Y es que, además de contar diversas anécdotas, también ha hablado del día en el que estuvo a punto de morir mientras estaba él solo en su casa. Fue precisamente unas semanas antes de ponerse en la piel de la bestia de ‘Glass’, su trabajo más físico hasta la fecha.

Con los pulmones colapsados

El actor lleva muchos años luchando contra la sarcoidosis, que resulta ser una afección en la que se desarrollan pequeños parches de tejido hinchado en el cuerpo, algo que casi le juega una mala pasada. Sin embargo, no fue eso lo que casi acaba con su vida, sino que fue una biopsia fallida que resultó en una cicatriz quirúrgica infectada. Ello le llevó a tener los pulmones colapsados y al borde del fallecimiento.

Estuvo tres semanas en el hospital, pero tras salir, admite que no ha cambiado su vida: “No tuve una epifanía de como, cada día es tan precioso, necesito vivirlo al máximo. No es así”. Sin embargo, sí que apreció sus capacidades físicas para hacer deporte: “No podía correr hasta el final del camino y regresar durante cuatro o cinco meses. Pero extrañamente, podría levantar 160 kilos”, y es que nada más salir del centro médico volvió a los entrenamientos para trabajar en su personaje: “También me estaba rehabilitando. Fue una especie de sincronización perfecta”.

Un momento cercano a la muerte del que no se había pronunciado anteriormente, y al que tampoco ha dado demasiada importancia.