Iván Ferreiro: “Me veo como una jugadora de fútbol femenino porque están más en la trinchera”
El cantante gallego presenta Trinchera pop, su último disco después de siete años. La Música, el fútbol, sus canciones y la salud mental, Ferreiro toca todos los temas en AS.
Iván Ferreiro Rodríguez (Nigrán, Pontevedra; 15 de agosto de 1970) es uno de los referentes de la música ‘indie’ en España y está de doblete. En pocos días ha sacado su octavo disco “Trinchera Pop” y el libro “Meteoro y el señor Conejo” escrito con María Rod. Siete años de tiempo y distancia desde “Casa” tras los que presenta nueva música con su sello personal. De Félix Rodríguez de la Fuente y los problemas de la Humanidad a las cuatro estaciones de Vivaldi en una trinchera pop. Ferreiro ‘visita’ Madrid, Saigón y Vigo, busca el punto de Lagrange y se siente como un Pinball. En mitad de una intensa promoción y antes de una gira atiende a AS.
¿Cómo definiría Trinchera Pop?
Me resulta difícil definirlo porque para mí implica tantas cosas, es tanto tiempo de trabajo... Lo definiría como mi último trabajo en lo que estoy, cómo veo y siento las canciones. Es mi trinchera, mi ilusión.
¿De qué manera surge la idea de traer de vuelta a Félix Rodríguez de la Fuente y El hombre y la Tierra?
Era por trabajar con unas pistas que nos gustaran y disfrutar del ‘sample’, algo que me gusta mucho. Lo que nos apetecía era ‘samplear’ sobre algo que conocemos, que fuera muy nuestro y tuviera que ver con nuestra memoria y nuestra cultura. La música de Félix Rodríguez de la Fuente era absolutamente perfecta para eso. Por otro lado, el propio corte musical nos trajo a la cabeza todo lo que Félix significaba. Tiene que ver con buscar un trozo musical y que acabe evocándote muchísimas más cosas. La música va un poco de eso. A veces escuchamos algo y nos transporta a un discurso, a una situación del mundo.
¿Estaría Félix decepcionado con la sociedad actual?
Seguro. Estaría muy decepcionado porque realmente mientras sí que hay una serie de personas como los activistas que han hecho cosas y han pensado sobre ello. La mitad de mi generación hicimos nuestras vidas y cómo llevarlas adelante en lugar de pensar en la ecología.
¿De las canciones de Trinchera pop cuál es la que a la gente más le ha llegado? ¿Y su favorita de todas?
Curiosamente están llegando todas bastante y veo que la gente pone de preferidas canciones distintas. En las trincheras de la cultura pop sí que es la canción que gusta a todos. No tengo favoritas realmente sobre todo ahora. Si me preguntas cuando acabe la gira te diré cuál es la que más disfruto tocando, pero la verdad es que les tengo mucho cariño a todas aunque En las trincheras de la cultura pop es una de las que estoy muy orgulloso, En el alambre también. Mi obligación es que me gusten todas a la hora de grabarlas. El día que no me guste alguna lo notaréis porque no sonará tan bonita.
¿Cómo se vive en el alambre?
Es vivir un poco en la emoción, en el subidón y el alambre también es vivir tratando de hacer lo tuyo con la máxima intensidad. Eso es vivir en el alambre. Puedes vivir un rato, pero tienes que dormir abajo.
Habla de Dejar Madrid como un cambio de vida ¿Hay más afecto o desapego a la capital?
A Madrid hay mucho afecto. Una cosa es decidir ir a vivir a otro lado y otra es dejar de amarla. Madrid tiene temporadas, donde uno creo que concuerda más con él que con la propia ciudad: a veces tienes cuerpo de campo y otras, de ciudad.
¿Es Vigo su Saigón?
Algunas veces nuestra propia ciudad es nuestro propio Vietnam. Ese sitio donde hemos crecido y en el que están los momentos buenos y malos. Miss Saigón habla un poco sobre eso, cómo alguien como yo asume Vigo. Hay veces que Vigo, que es mi ciudad, me resulta ajeno, otras que me resulta familiar. Tiene todo. Yo más que de Vigo, que también hablo de Vigo, lo hago de las relaciones con la familia que a veces te abrazan y en otras es una lucha. Hablaba un poco de eso y de cómo algunas veces me sentía fuera de la ciudad y cómo realmente en el fondo conseguí y mis éxitos vinieron primero fuera. Supongo que tiene que ver con eso de que nadie es profeta en su tierra, por lo menos al principio. Hace mucho que Vigo me trata muy bien. La canción hablaba recordando un poco esa relación que tengo con la ciudad, aunque el resumen de Miss Saigón tiene que ver con algo en lo que creo que hago canciones por necesidad, no las hago porque me vaya mal o porque sea una necesidad vital en el sentido de comer. Me refiero a la necesidad creativa, de tener canciones, lo que me ha hecho avanzar. Esa necesidad metafórica sobre alimentar tu alma.
¿Sigue los pasos del Celta?
Soy antifútbol. Soy de esos chavales que le tocaba jugar al fútbol porque era lo que jugaban todos y en el fondo no me gustaba mucho. Jugué hasta que empecé a hacer canciones y era malísimo. Era el típico que un día me ponían de defensa, otro de portero, casi siempre estaba en el banquillo. Me aburre bastante. Sí tengo a mi hijo que le encanta y está al día con todo, pero yo vivo bastante ajeno a las vicisitudes del deporte. Me refiero, tal vez sea que el fútbol es demasiado masivo y me da la sensación de que me lo tengo que comer aunque no me guste. Respeto a los que les gusta. A mí no me divierte, no me emociona. La competición en sí misma no es algo que me vuelva loco el competir con los demás. Respeto mucho el fútbol y entiendo por qué tiene todas esas pasiones. Es una cosa muy lógica. Supongo que yo me he salido.
¿Le hubiera gustado componer el himno del Celta?
La verdad es que no. Me da igual. Yo sólo canto el himno del Rápido de Bouzas.
Leiva, Sabina, Los Planetas, Quique Gonzalez, Dani Martín... han escrito de fútbol ¿Se animaría a meter el deporte rey en la música?
No sería forzado si me cagara en el fútbol y en lo que es la FIFA y cómo gestionan la organización. Lo que más rabia me da del fútbol es el entramado que hay detrás y la forma en la que se mueven miles de millones con gente forrándose. Se ha visto que en la FIFA hay irregularidades. Hablaría de la parte chunga del fútbol, pero no sería del deporte, sería de lo que le rodea.
¿Le gustaría que le consideraran el Iago Aspas de la música?
Sí, me gustaría. Me encantaría, pero yo me veo más como una jugadora de fútbol femenino que están más en la trinchera. No viven tan bien como los futbolistas hombres. Me veo más como una jugadora femenina de fútbol. Soy mucho más de las 15.
¿Quién sería el Gabri Veiga musical?
En Galicia tenemos mucha gente como a Dani, que canta increíble y hace unas canciones fantásticas, Grande Amore, Baiuca, Moito! Hay un montón de promesas buenas.
¿Hay pique con Xoel López en los Celta-Depor?
Que va. Gracias a Dios en la música no tenemos un pique con A Coruña, que es una ciudad fantástica. De hecho al principio me trataban un poco mejor en Vigo a mí y a Xoel mejor en A Coruña. Ahora se ha nivelado la cosa. Con Xoel lejos de tener ninguna rivalidad lo que tengo es ganas de abrazarle y detener el tiempo.
¿Goza de buen estado de salud la música española?
Sí, ahora con todo el relevo generacional y con toda la gente joven que está haciendo música demostramos que va evolucionando. Hay nuevas fórmulas, nuevas sensibilidades y creo que estábamos un poco estancados en los últimos años. Ahora está toda una generación haciendo música de forma distinta, con un lenguaje distinto, unos códigos diferentes y creo que eso es sanísimo.
¿Qué música escucha Iván Ferreiro?
Un poco de todo. Escucho desde Radiohead o Smile hasta Ángel Stanich, Dani, Grande Amore, las Tanxugueiras...
¿Qué canción ‘robaría’ a otro cantante?
Creo que casi todas las canciones que me gustan. Cuando pasa esto es porque me hubiera gustado escribirlas a mí o no, pero me gusta escucharlas. Envidio un montón de canciones. Hay tantas buenas y tan inspiradoras que no podría empezar por ninguna. Se me ocurre La valla de Ángel Stanich, que es una canción alucinante que me hubiera gustado escribir a mí.
Años ochenta marcó a una generación y Turnedo, a otra ¿Cuál le piden más?
Me piden las dos por igual, pero creo que igual me piden un poco más Turnedo.
¿Qué siente cuando quiere que cante canciones de Los Piratas?
Orgullo porque realmente es una época importante de mi vida. Hicimos un montón de canciones. Tiene que ver con mi aprendizaje, mi juventud y realmente me encanta que me las pidan, otra cosa es que las vaya a tocar (risas).
Ha sido uno de los primeros en hablar abiertamente sobre la salud mental ¿Cuánto falta por concienciar en España?
Nos queda un camino todavía largo para entender eso. Es normal que haya estado medio apartado si tratamos de esconder algunos temas y los eliminamos de nuestras conversaciones durante mucho tiempo y se tarda un poco en volver a colocarlos encima de la mesa. Creo que vamos por el buen camino. Ya se habla más de la salud mental ahora de lo que se hablaba hace diez años o por lo menos de una forma más natural. Espero que pronto se hable de la salud mental como hablamos de la gripe o del reúma. Es algo que nos pasa en el cuerpo y que tenemos que tratar.
Lo que era una pena hasta ahora era que nos pareciera que no tuviera que ver con la salud. Antes la salud mental no se trataba como salud sino como problemas mentales y se le echaba la culpa al que lo tenía y padecía ciertas cosas mentales se le acusaba de tener la culpa de ser así. Le decían que por qué no se levantaba y salía a la calle de fiesta, pero básicamente tenía que ver con una falta de saber que esas cosas ocurren y nos puede pasar a cualquiera.
Una de cadAS
Un libro: Meteoro y el señor conejo de Iván Ferreiro y María Pod.
Una serie: The Leftovers.
Una película: La gran Belleza y La Juventud, ambas de Sorrentino.
Un lugar para perderse: cualquier punto de la Península Ibérica. Tenemos un país lleno de rincones: Galicia, Asturias, País Vasco, Burgos, Andalucía, Cataluña, Madrid... son inacabables. Sólo con salir de las ciudades ya nos podemos perder en sitios fantásticos.
Un plato de comida: Lacón con grelos.
Un concierto: Uno de Radiohead o de Smile.
Un festival: Barbeira Sound.
Un amigo musical: Tengo muchos. Mi mejor amigo en la música es mi hermano hermano Amaro.