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Ibai Llanos cuenta la historia más surrealista de su viaje a Nueva York: “No entendía nada”

El streamer vasco ha hecho un vídeo comentando algunas historias, como cuando vio “dos chicas completamente desnudas paseando por Nueva York”.

Ibai Llanos.

Ibai Llanos puso rumbo a Estados Unidos el pasado jueves. Un viaje que suponía cruzar el charco, concretamente hasta Nueva York, donde también anunció la llegada de su equipo de e-sports a la LEC. Una aventura en la que el streamer ha estado acompañado de algunos de sus compañeros y amigos, y donde ha vivido algunas experiencias que no han sido del todo agradables para él.

Por ello, el streamer vasco ha querido contar a sus millones de fans algunas historias surrealistas que le han pasado en su travesía por Nueva York, donde según él, “nada tiene sentido”, tal y como ha repetido en varias ocasiones. Y es que solo “tres minutos después de salir del hotel”, Ibai ya se había mostrado agobiado porque “todo el mundo pita, la gente conduce mal, pero está aceptado y los peatones cruzan en rojo”.

Pero, también en Nueva York, Ibai ha vivido “una de las escenas más raras que he visto en toda mi vida”, tal y como ha confesado en un directo en la plataforma de Twitch. “Dos chicas completamente desnudas con las tetas pintadas paseando por Nueva York y saludando a la gente, yo no entendía nada”, ha confesado.

Y es que en este viaje a Estados Unidos, el streamer ha quedado muy impactado por lo que se ven por sus calles: “Es el capitalismo a un nivel tan extremo que te ofrecen cocaína y cinco metros después te invitan a ir a ver ‘El Rey León”. “Me ofrecieron ir al Club de la Comedia y luego a un club de striptease”, ha añadido en su retransmisión.

“Discriminado” en el Madison Square Garden

Una serie de acontecimientos que llevaron al propio Ibai a pronunciar: “Yo me quiero ir de aquí”, después de varios días en la ciudad de Nueva York, donde también acudió al Madison Square Garden, donde precisamente se sintió “discriminado” por su ropa: “¿Tan malas pintas tengo? Vinieron cinco de seguridad a preguntarme qué estaba haciendo. La triste realidad es que según las pintas que lleves te tratan de una forma u otra y el físico también influye. Si hubiera ido en traje me hubieran tratado de otra manera, pero como voy con sudadera soy un macarra”.