‘¡Hola!’ saca a la luz su portada con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya se han casado. Después de un sinfín de problemas, de posibles ‘gafes’ y contratiempos, la boda se celebró y terminó. Oficialmente, la pareja ya está casada, y ahora es el turno de entrar en valoraciones sobre lo que fue, y como no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta esa esperadísima portada de la revista ‘¡Hola!’, que tanto esperaban sus seguidores.

La revista ha sacado a la luz este domingo por la noche su portada más esperada del año, contando en su interior con todos y cada uno de los detalles de lo que fue el enlace, desde el camino al altar de Tamara sonando el ‘A Prayer Largo’, de la ópera ‘Xerxes’, de G. F. Haendel, y acompañada de su padrino, su hermano mayor, Manolo Falcó, hasta el brunch de este domingo con el que ponían fin a la postboda.

El vestido de la novia, lo más esperado

Pero, no solo era especial la boda en sí, sino ese vestido, o más bien esos vestidos, que iba a llevar la novia después de la polémica que generó el mismo en su día, y de todos ellos habla la revista citada. Una serie de vestidos, cuatro, que lució Tamara antes, durante, y después de la ceremonia, siendo cada uno diseñado exactamente para cada ocasión.

Ahora bien, el que más interés generaba era con el que cruzó las caballerizas de la finca El Rincón, donde se encontraba la capilla. Un vestido de inspiración medieval y largo hasta el suelo. Una pieza con manga francesa y que contaba con un bordado de tres centímetros de ancho en tonos ocres y cobrizos que pasaba por el escote y hombros, y que bajaba hasta el mismo suelo.

Un bordado con ese “algo azul” que buscaba Tamara, con un pequeño lazo de este color con sus propias iniciales y las de Íñigo. Un vestido acompañado de un velo sencillo, blanco y liso, con una tiara al estilo ‘art déco’, inspirada en el siglo XX, con diamantes talla brillante. Una tiara que fue “prestada” por su abuela paterna, Hilda Fernández de Córdova y Mariátegui.

Su estilismo también fue completado con unos pendientes en oro blanco y diamantes de Atelier Tous, inspirados en la diadema, el anillo de pedida, y una pulsera que lució Tamara, también de su abuela paterna.

Un menú Michelin

Una boda de tal calibre requería de un menú a la altura, y Eneko Atxa no defraudó. Un menú que ya empezó con 20 entrantes entre los que se encontraba un talo de langosta y flores, espárragos en texturas, macaron de flores, erizo en texturas, nori y caviar, los ‘nigiris’, sardina bilbaína, bogavante en sake y txakoli, atún y piparras, salmonete con sagardoa y lima, oliva helada Reserva de la familia, vermú trufado, macaron de trufa, brioche de salazones y anguila, tarta de ‘txangurro’, polvorón de queso Carranzana y tarta de guisante lágrima.

Una antesala perfecta a la que fue la cena nupcial, con un entrante compuesto por quisquillas y esencia de hierbas, un principal que fue un pichón asado, trufa, tembloroso de setas, ñoquis de Idiazábal y estofado de trigo, y un postre con chocolate y oliva ‘Marqués de Griñón’.

Las palabras de Íñigo Onieva en su boda

Además, y para sorpresa de muchos, Íñigo no quiso perder la oportunidad de tomar la palabra delante de sus más de 400 invitados, su familia, y Tamara: “Quiero dar las gracias a mi familia, porque llegar hasta aquí no ha sido un camino de rosas, no ha sido fácil. Y la verdad es que sin vuestro apoyo y sin vuestro cariño no hubiese podido llegar; habéis sido mi gasolina, ¿vale?”.

“Querida familia política, os quiero pedir perdón de nuevo. Ya sé que en la pedida dijimos que el pasado se queda en el pasado, que miramos al futuro, pero os he hecho sufrir por mis errores a todos vosotros y es algo que no me perdonaré y que compensaré cada día de mi vida”, ha añadido el novio, dirigiéndose a Isabel Preysler y la familia de su ya esposa, y su familia política.

Pero también quiso dedicarle unas palabras a su mujer: “Mi amor, la verdad es que yo creo que la clave es que no te puedo admirar más en todos los sentidos. A nivel profesional está claro, porque todo proyecto en el que te involucras se convierte en éxito, pero sobre todo a nivel personal, porque estás a otro nivel de persona. Haces que yo, que tampoco estoy a tu nivel personal, sea una mejor persona cada día y sacas lo mejor de mí. Suena a cliché... pero es que es verdad que, a lo largo de estos tres años de relación, tú me has enseñado cosas muy importantes. El valor de la honestidad, sobre todo, muy importante. Para todos los que queráis tener una relación saludable, honestidad lo primero. Lo segundo, el valor del perdón. Tú, como estás a otro nivel, lo has hecho. Y el amar”, ha concluido.