Gabriela Guillén, sobre Bertín Osborne: “Me ha ofrecido dinero y lo he rechazado”

Van pasando las semanas y el embarazo de Gabriela Guillén, que desde el primer momento fue seguido muy de cerca por el foco mediático, empieza a alcanzar sus instantes finales. Su hijo, fruto de su relación ya distanciada con Bertín Osborne, será su primer retoño y el sexto del cantante.

Como la hora está cada vez más cerca, los nervios crecen y, con ellos, las ansias de acunar al bebé. “Tantas ganas de ver tu carita ya!!”, ha escrito la modelo paraguaya en su última publicación de Instagram, en la que se la ve sosteniendo su barriga.

En la imagen se le puede ver en ropa interior, para lucir el estado de su embarazo, con una americana negra y sobre un fondo de idéntico color. La publicación llega casi al mismo tiempo que su siguiente gran exclusiva, que tendrá lugar este mismo martes en el plató de Y ahora Sonsoles, el formato vespertino de Antena 3. El adelanto de su entrevista ha tenido lugar un día antes, y en esos pocos fragmentos se han podido deducir las primeras pistas de lo que parece que será toda una declaración de molestia hacia la actitud de Bertín para con el embarazo.

“No le puse una pistola para quedarme embarazada”

“Él nunca dudó que fuera el padre de mi bebé y ahora de repente lo hace... Alguien se lo ha metido en la cabeza”, ha esgrimido, levantando la sospecha hacia el cantante y justo antes de despejar las dudas sobre su actuación ante las palabras de Bertín: ”yo no voy a esperar a que me pida el test de paternidad, se lo daré yo en cuanto nazca el bebé”.

Tal y como se ha podido ver en el adelanto, Guillén está hastiada de las “mentiras y especulaciones” que han rodeado estos meses de gestación. “Nunca le he exigido nada. Es más, se ofreció a darme dinero y yo lo he rechazado”, ha confesado, desatando una polémica tormenta. Incluso va más allá y asegura que haya querido formar una familia junto a Osborne: “no pretendo tener una relación con alguien que no quiere tenerla conmigo y tampoco le puse una pistola para quedarme embarazada”.

Su actitud se torna directa y, fundamentalmente, reivindica que es ella quien ha estado, está y estará acompañando a su hijo. “Si no hablamos no hay posibilidad de que me pida disculpas, pero estaría bien que tuviera un poco más de sensibilidad”, recrimina, a lo que añade, por si alguna duda quedaba en pie: “él no está porque no quiere y yo no tengo que pedirle nada, somos muy mayores para saber cuáles son nuestras responsabilidades”.