Felipe González: “No he sido un buen padre”
El expresidente del Gobierno ha sido el protagonista en ‘Lo de Évole’, donde ha hecho un repaso de la actualidad, pero también de su vida personal.
Felipe González ha sido el último en compartir sus inquietudes con Jordi Évole. El periodista catalán, que entrevistaba al expresidente del Gobierno por tercera vez en 10 años, se ha encontrado con la habitual versión del dirigente político preocupado por la actualidad, pero también con un “Felipe inédito” que ha compartido muchas reflexiones íntimas, alguna de ellas sorprendente.
Por ello, además de la actualidad nacional, marcada por la crisis del Partido Popular o las últimas noticias sobre el rey emérito, y la internacional, donde la invasión rusa de Ucrania copa todos los titulares a nivel mundial, Felipe González también ha tratado otros temas sobre su vida personal cuando acaba de cumplir 80 años.
“Yo no tuve conciencia de la edad hasta que tuve 60 años. Ahora me veo viejo, es una vejez distinta. No me veo de la tercera edad. La vejez empieza cuando tu cabeza se resigna y mi cabeza no para, está permanentemente activa”, aseguraba el expresidente del Gobierno, que confiesa que no piensa en su muerte.
“La muerte es un hecho natural. Le damos demasiada importancia. Está bien que hablemos de los 80 años, pero vamos a esperar a otra ocasión para hablar del final. Yo hablo de estas cosas, pero no así”, le comentaba a Jordi Évole.
A lo largo de la entrevista, Felipe González confesaba sentirse “prisionero de la imagen” que siempre se ha tenido de él y ha reconocido que la soledad del poder “es muy agobiante y la política es inhumana porque es una obra inacabada”. “Nunca tuve ayuda psicológica y probablemente me hubiera venido bien: llevo tomando una pastilla para dormir durante 40 años”, añadía el expresidente dando a entender la pesada carga del poder.
Su figura como padre
Sobre su infancia, Felipe González se ha definido a sí mismo como niño “bastante normal”. “No he sido un buen estudiante. Me gustaba estudiar para aprobar y estar mucho en la calle. Y tampoco he tenido una juventud en el sentido en el que se entiende ahora”, relataba el expresidente del Gobierno que definía a su padre como una persona “muy silencioso por su experiencia en la guerra civil” y a su madre como alguien “muy alegre, despierta y emprendedora”. “Tenía una relación muy entrañable con mi madre, me divertía mucho con ella”, compartía Felipe González, que sin embargo se mostraba crítico con su desempeño como figura paterna.
“No he sido un buen padre. Creo que he sido un padre que quiere mucho a sus hijos, pero buen padre significa dedicar mucho tiempo a los hijos, cosa que no he hecho”, confesaba Felipe González que dejaba boquiabierto a Évole con un dato sobre la celebración de su cunmpleaños.
“Voy a hacer una comida con mis hijos. Además, será una novedad, será la primera vez que coma con los tres. Cuando estaba en el Gobierno, a veces, coincidíamos en la cena, pero comer así, hacer una comida, será la primera vez”, explicaba González ante el asombro del periodista catalán, que ante la pregunta de si había sido un buen marido, aseguraba que no era una pareja “difícil” porque era “respetuoso y tolerante”. Una charla que como, como él dice, no cabe en un tuit.