Víctor Elías explica el motivo de su ruptura con Natalia Sánchez y su actual vínculo con ella: “Es mi familia elegida”
El músico y actor habló con Risto Mejide en ‘Viajando con Chester’ sobre su relación con la que fuera su compañera en ‘Los Serrano’ (Telecinco).
En los últimos meses, y especialmente desde la publicación de su libro #YoSostenido. Historia de un juguete casi roto, Víctor Elías está haciendo un importante ejercicio de sinceridad extrema al compartir su infancia y adolescencia como un niño prodigio que triunfaba dando vida al hermano menor de la serie Los Serrano, mientras su realidad se tambaleaba con unos padres con adicciones que lo hicieron lo mejor que supieron.
Precisamente en ese rodaje conoció a una de sus primeras parejas, la también actriz Natalia Sánchez, que daba vida a su hermanastra en la ficción de Telecinco protagonizada por Antonio Resines. Sobre su relación, habló con el presentador Risto Mejide durante la entrevista en Viajando con Chester, donde reveló por qué se terminó su romance.
“Cuando empiezas con 14 años es muy complicado que lo que era amor pasional se mantenga igual toda la vida. Con 20 años buscas otras cosas. Para mí fue mi primer todo, pero siempre nuestra relación sana estuvo ahí. Es mi familia elegida, la que te llevas para toda la vida”, dijo sobre ella.
Adolescencia y adicciones
“Soy adicto en todo: galletas, trabajo, emociones, si no me hubieran dado a probar esa sustancia lo hubiera sido a otra cosa. Llevo limpio muchos cientos de días”, explicó también sobre sus adicciones, que empezaron en la fiesta de fin de rodaje de la serie Isabel. “Me lo habían ofrecido mil veces, hasta ese momento yo tampoco bebía alcohol”.
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Problemas con el alcohol, precisamente, tenía su madre, a quien terminó denunciando: “Tenía un problema con la adicción al alcohol que le hacía transformarse. Era muy agresiva verbalmente, contra mí cuando fui creciendo, y ya la denuncié. En mi cabeza adolescente, de 13 años, pensaba que si la denunciaba se asustaría, mejoraría y todo iría bien. No sabía de la magnitud de la situación. No reaccionó. Con los años no la culpo. Nunca me pude sentar a hablar, porque siguió enferma”.
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