Sergio Peris-Mencheta actualiza su estado de salud tres meses después de su trasplante de médula

Sergio Peris-Mencheta continúa recuperándose de la leucemia que sufre, la cual anunció que padecía el pasado mes de enero. Una enfermedad que provocó una preocupación generalizada en el mundo de la interpretación, que se volcó de lleno con el intérprete.

Por ello, el actor anunció que necesitaba someterse a un trasplante de médula que finalmente llegó el 28 de mayo, siendo uno de los momentos clave de su enfermedad. Una operación que se llevó a cabo en el hospital City Of Hope de Los Ángeles, en California.

Ahora, tres meses después de someterse a este trasplante de médula, el famoso actor ha actualizado su estado de salud con un post que ha publicado en su perfil de Instagram. Un post en el que deja claro que está feliz por seguir adelante: “Estoy aquí. Estoy vivo. Y la vida es la hostia”, ha comenzado señalando.

Peris-Mencheta es consciente de su situación, y por eso admite que todavía tiene camino por recorrer hasta recuperarse al 100%: “Me falta aún mucho para encontrarme bien, y sé que no volveré nunca a ser el de antes. Pero esta foto y este tema reflejan mis ganas de vivir y de comerme la vida a bocados”.

Además, ha aprovechado su publicación en Instagram para darle las gracias a Eloi Moli “por el fotón” que enmarca el post, y también para darle las gracias a la “gente por estar ahí apoyando y deseándome lo mejor”. Un pie de foto al que añade dos hashtags, el de “seguimos cuidándonos” y “paso a paso”.

Y es que en la estampa que publica Sergio Peris-Mencheta, se puede apreciar el visible cambio físico que ha experimentado a raíz de su enfermedad y su posterior recuperación.

Las secuelas a las que se ha enfrentado tras su operación

A lo largo de todo el proceso, desde que confesó su enfermedad, hasta la recuperación posterior a su operación, ha estado acompañado por su mujer, Marta Solaz, que además ha estado informando del estado de salud del intérprete, incluso desvelando las secuelas a las que se ha enfrentado el mismo.

Unas secuelas que empezaron a verse reflejadas tras su trasplante de médula. “Mudo perdido, diarreico, con una llaga por boca, dolor de huesos, de cabeza. Seis días con alimentación por vía, fabricando saliva como para una empresa de siliconas y ojos secos. Mi mundo interior se expresa así básicamente”, confesó ella.

Una serie de adversidades de las que está tratándose, a la par que se recupera ya desde casa, trabajando en el día a día para seguir dando buenas noticias sobre su vida.

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