Roser Gort, psicóloga, analiza la actitud de Lamine Yamal en su fiesta de cumpleaños: “Necesidad de validación externa”
La experta asegura que el evento protagonizado por el criado en Rocafonda fue más un espectáculo que un “acto de celebración genuina”.
En los últimos días, la fiesta de cumpleaños de Lamine Yamal ha copado multitud de titulares y portadas en el ámbito mediático. El extremo español cumplió la mayoría de edad y, a modo de homenaje, celebró una fiesta por todo lo alto en la que no faltó de nada. Invitados de lujo, fiesta, buen rollo… Y polémica, mucha polémica.
El comunicado lanzado por la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo puso en el ojo del huracán la contratación de personas con enanismo para el evento protagonizado por el criado en el barrio de Rocafonda. La ADEE calificó lo ocurrido como un acto “denigrante y discriminatorio”, además de anunciar la toma de “acciones legales y sociales”.
No obstante, tanto la fiesta de Lamine Yamal como la actitud del jugador del Barcelona durante el evento guardan un significado que muchos han pasado por alto. Este no ha sido el caso de la psicóloga Roser Gort, quien ha ‘destripado’ uno de los eventos del verano y ha revelado varios detalles que han pasado desapercibidos en la conducta del jugador español mientras celebrada su 18.º cumpleaños.
“Más que un encuentro con personas cercanas parecía un espectáculo para el mundo con un mensaje claro: ‘mirad lo que puedo hacer’. Desde la psicología, este tipo de eventos reflejan algo más profundo que el deseo de celebrar la llegada de un año más. Hablan de una necesidad validación externa”, asegura la profesional, quien añade que Lamine, con este evento, llevó a cabo “una búsqueda de reconocimiento, admiración y aplauso”.
Según Gort, esto en psicología se conoce como autoestima heterónoma, es decir, una autoestima que no nace del interior, sino que depende de las reacciones externas y la imagen que uno muestra al mundo. “Aquí la pregunta no es cuánto costó la fiesta, sino para qué se hizo… ¿Era un acto de celebración genuina? No lo creo. ¿Era una forma de decirle al mundo: ‘mira de lo que soy capaz’? Es probable”, añade.
“Lamine no se siente suficiente siendo él mismo”
Gort también ha centrado su atención en la estética general de la celebración. Trajes al estilo mafioso, una tarta decorada con pistolas de oro, entre otras cosas. “En psicología lo llamamos falsa autoimagen: una versión exagerada y controlada de uno mismo que busca impresionar, pero que no conecta con la parte real, emocional y vulnerable de la persona”, expresa.
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La psicóloga advierte del peligro de que Lamine pueda desconectarse de “sus verdaderas necesidades”, además de indicar que “hay valores, como la sensibilidad social, que no se han desarrollado del todo”. Para terminar, Roser Gort señala la importancia de que el joven sea capaz de establecer vínculos reales y contar con referentes adultos más allá del mundo del fútbol que le sepan guiar y diferenciar entre la persona y el personaje.
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