Muere la influencer Amy Leonard a los 20 años tras inhalar ‘gas de la risa’
La joven, oriunda de Bolton, había advertido tres días antes de su fallecimiento del riesgo de consumir globos con óxido nitroso.
El luto en las redes sociales vuelve a convertirse en el negro reflejo de los aspectos más tóxicos de la sociedad. Amy Leonard, creadora de contenido y maquilladora británica, ha perdido la vida a los 20 años tras incurrir en una práctica cada vez más extendida en Reino Unido y que, al mismo tiempo, ve infravalorada su peligrosidad por emplearse para el ocio: la ingesta de ‘gas de la risa’.
Ha sido la propia familia de la difunta influencer quien ha confirmado a través de una publicación de GoFundMe el triste suceso, aportando algunos detalles del deceso; entre ellos, el mentado consumo de óxido nitroso. “Era una mujer única, llena de amor, risas y vida”, dejan por escrito, colmados de dolor, pidiendo después apoyo económico para los gastos funerarios.
La causa concreta de la muerte ha sido la formación de coágulos de sangre en el corazón y los pulmones, males derivados del consumo de la citada sustancia. Según afirma la madre de Leonard, Amy había estado inhalando este gas con sus amigos; tras ello, fue hospitalizada el pasado 29 de septiembre, que fue cuando ella le confesó a su madre dicha práctica. Tan solo 72 horas después falleció por un paro cardíaco.
Mensaje de advertencia
Su deceso ha supuesto un auténtico terremoto. El mismo día en el que ingresó en el hospital compartió desde la camilla una publicación en la que advertía del riesgo del ‘gas de la risa’ y cómo ella había visto empeorada su salud desde que lo había probado. “Solo quiero hablar sobre los globos y lo que le hacen al cuerpo. Pueden privar de oxígeno al cerebro, causar mareos, desmayos y accidentes, provocar daño nervioso a largo plazo con el uso repetido y someter a un gran esfuerzo al corazón y los pulmones”, se sinceraba.
Alertaba de que “es fácil pensar que es solo un subidón fugaz, pero los riesgos son muy reales y a menudo se subestiman”: “Ahora estoy hospitalizada porque no he podido caminar en tres semanas por hacer esto. Tengo todas las pantorrillas destrozadas, mi espalda tiene un sistema nervioso que está fallando y con esto estoy tan deprimida que no he podido moverme a ningún lado”.
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Las últimas palabras de su publicación, que han sido compartidas por numerosas personas estos días, fueron rotundas y adquieren ahora un serio matiz: “Dejen de consumir los globos porque solo terminarán como yo”.
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