Muere Emilio Rodríguez Menéndez
El polémico abogado, quien ha fallecido a los 75 años, llevaba días ingresado en el Hospital Central de la Cruz Roja, San José y Santa Adela de Madrid.
Cerrando el círculo de la vida, el polémico abogado Emilio Rodríguez Menéndez fallecía a última hora de la tarde de ayer en Madrid, el día en que cumplía 75 años, tras llevar aproximadamente una semana ingresado en el Hospital Central de la Cruz Roja, San José y Santa Adela, después de que fuese trasladado allí desde el Hospital de Paz, donde ya no podían hacer nada por él.
El jurista, que tal como han informado desde su entorno no tendrá velatorio, era uno de los abogados más controvertidos de la escena española y ocupó muchas horas de televisión en los noventa en los programas nocturnos de Telecinco, especialmente en Esta noche cruzamos el Mississippi, de Pepe Navarro.
Conocido como “el abogado del diablo”, lema que él mismo utilizaba, participó también en el sonado divorcio de Antonio David Flores y Rocío Carrasco, hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco.
Deudas, estafas y fugas
Rodríguez Menéndez era conocido por ir más allá. Pionero en la fabricación de bulos, estafas, fugas… En su currículo está el haber sido abogado defensor del ‘Nani’, la ‘dulce Neus’ y del ‘Dioni’, el agente de seguridad que robó el furgón y huyó a Brasil con el dinero, y también se vio implicado en la publicación de una entrevista con Antonio Anglés, condenado por los crímenes de las niñas de Alcàsser, que luego resultó ser falsa. Esta la promovió desde uno de los dos medios que editó, el diario Ya y la revista Dígame, repletos de cuestionados reportajes.
En 2004 fue condenado a dos años de cárcel por vulnerar la intimidad del periodista Pedro J. Ramírez con un vídeo sexual. Entonces huyó a Argentina, donde le detuvieron un año más tarde. Mientras estaba en libertad provisional allí, regresó clandestinamente en 2006 y fue arrestado en Lisboa y trasladado a una prisión en Salamanca.
En 2006 el Tribunal Supremo subió a diez años su condena de prisión por defraudar casi dos millones de euros entre los ejercicios de 1990 y 1993, y, además, le puso una multa de 3,6 millones. Dos años después, en uno de los permisos penitenciarios que obtuvo, aprovechó para fugarse junto con su esposa, Vanessa Palomares, rumbo a Francia, Paraguay y, finalmente, Buenos Aires. En 2014 regresó a España.
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También en 2023 le condenaron por estafar a unos inversores en un negocio ficticio de compraventa de petróleo. Y, además de pedir asilo en Argentina en los noventa por presuntas amenazas de muerte de su entonces mujer, también había sido condenado antes en Chile, bajo la dictadura de Pinochet, por delitos como estafa, bigamia y ejercicio ilegal de profesiones (incluidas las de abogado y psicólogo).
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