Meghan Markle, preocupada: así es la estricta condición que ha puesto al príncipe Enrique

Meghan Markle y el príncipe Enrique parecen haber dado con la tecla para recuperar su maltrecha imagen. En lugar de venderse como un bloque unido y una pareja inseparable, como ocurrió inmediatamente después de abandonar su papel en la familia real británica para irse a vivir a Estados Unidos libres de obligaciones, con sus entrevistas conjuntas y sus apariciones en eventos cogidos del brazo, ahora se decantan por hacer actos por separado.

Sin embargo, pese a los mejores resultados que le está dando esta práctica, con el hijo de Carlos III centrado en sus labores filántropas y con la exactriz más dedicada a su faceta empresarial, por la mente de la estadounidense sobrevuela una preocupación que habría hecho que atase bien en corto al hermano de Guillermo de Inglaterra.

Y es que Markle tiene miedo de que el hecho de que Enrique de Inglaterra esté solo por las noches pueda llevarle a sus antiguas prácticas del pasado, antes de conocerse y sentar la cabeza, cuando era famoso por sus juergas nocturnas y sus excesos, los mismos él ha relatado en su libro de memorias, En la sombra.

Eso sí, para la actriz no hay problemas, sino soluciones, y ha establecido una clara y estricta condición al aristócrata para continuar con este ritmo de trabajo en solitario: un toque de queda.

Trampas

Según ha revelado una fuente cercana a la pareja a la revista Heat, “Meghan sabe que siempre habrá gente que quiera hacerle una trampa a Enrique. Incluso si la gente que lo rodea no tiene motivos negativos, la realidad es que, una vez que empiezan a fluir las bebidas, todos bajan la guardia, incluido Enrique. Eso es lo último de lo que Meghan debería preocuparse, y eso se puede evitar fácilmente si Enrique se acuesta en la cama a una hora razonable”.

“Además, si vuelve a su habitación de hotel justo después de la cena, pueden chatear por vídeo e incluso puede leerles a los niños sus cuentos para dormir. Tiene una agenda muy apretada mientras trabaja y se levanta temprano, así que, por su propio bien, lo mejor es acostarse temprano. Ella preferiría no imponer un toque de queda, pero la hace sentir mucho mejor, así que no ve por qué debería haber problemas con eso. Se mantendrá firme; después de todo, es su matrimonio y no es asunto de nadie más”.

“Enrique entiende que Meghan está velando por sus intereses, pero sigue siendo bastante vergonzoso que lo controlen como si fuera un veinteañero inmaduro. Es un padre de mediana edad con dos hijos y jura que sus días de locura quedaron tan atrás, que nunca se sentiría tentado a meterse en ningún tipo de situación cuestionable. Pero sí entiende la justificación, que es el escrutinio al que se enfrenta cada vez que está lejos de ella. La gente está desesperada por ver su matrimonio fracasar y, seamos sinceros, él tiene un historial de meterse en situaciones embarazosas, por lo que las noches de fiesta sin su esposa son una muy mala imagen”, zanja esta fuente.

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