Malena Alterio ‘rompe’ con su personaje de ‘Aquí no hay quien viva’: “Me cansa un poco”

Fueron tres años de nueva emisión y van más de dos décadas de leyenda prolongada. El espacio que ocupa Aquí no hay quien viva en el corazón de los españoles es de carácter incuestionable: la serie reinventó el argumento coral en el país y logró conectar a las personas con los personajes a través de una construcción cotidiana que despertó la empatía de los telespectadores. Tanto fue así que muchos dejaron de ser quienes eran para convertirse en quienes interpretaban. De esta manera, y entre muchos personajes, José Luis Gil pasó a llamarse Juan Cuesta; Fernando Tejero, Emilio el portero; y Malena Alterio, Belén.

Visitó esta semana la propia Malena Alterio el estudio de Cadena SER y, frente a Raúl Pérez, confesó el hartazgo al que había llegado el hecho de que muchos la conocieran por su nombre, efectivamente, y otros tantísimos como Belén. “¿De 0 a 10 en nivel de potorrismo, hasta dónde estás? Voy a ser sincera”, iniciaba la actriz, repitiendo la pregunta y preparando el micrófono para un aluvión de verdades.

No todo es blanco o negro. Y ella reconoce los grises. “He pasado de aceptarlo, abrazar la idea de que, bueno, formo parte de la historia de la televisión y me siento muy valorada y muy querida sobre todo, que claro, es que han pasado 20 años...”, expresaba, aclarando que “llega un punto cuando haces tantas cosas que solamente hablamos de la Belén, pues a veces el potorro se me pone grandote y me cansa un poco, pero también lo acepto”. Es decir, que está tan harta como acostumbrada.

Este hecho no supone impedimento alguno en la apreciación que hace de la producción. Es más, en pleno test para determinar cuál es la mejor serie de la historia, ha posicionado a Aquí no hay quien viva por delante de todas las que enumeró el conductor del formato (entre ellas, Juego de Tronos, La Mesías, Breaking Bad, Los Soprano o Los Simpsons). Y, “por supuestísimo”, por encima de La que se avecina.

Su último trabajo

La intérprete acudió a A las bravas para, entre otras cosas, promocionar la nueva serie en la que figura: En fin, de Prime Video. En esta producción se muestra bajo la estela de una comedia el supuesto fin del mundo y las locuras que esta circunstancia desata en los habitantes del planeta.

“Es una apuesta muy especial, muy rompedora, muy canalla. David Sainz, que es el artífice de todo este delirio, es un chico muy ingenioso, talentoso y atrevido...”, explica, creyendo posible que esta historia “nos pueda hacer retroceder a la época del confinamiento, de la pandemia, del fin del mundo, ¿no?”. La única diferencia, dice, “es que, bueno, se delita todo un poquito más de lo que fue”.

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