Los negocios de Iniesta fuera del fútbol: de la inversión inmobiliaria a las bodegas de vino

Han pasado 14 años desde que Andrés Iniesta hiciera partícipe al cielo de Johannesburgo de la mayor alegría futbolística que España recuerda: el Mundial de 2010. La leyenda del Barcelona, uno de los jugadores más trascendentales del balompié patrio, cuelga las botas y espera al día 8 de octubre, cifra que coincide con la de su mítico dorsal, para anunciarlo. Después comenzará otra vida. Su nueva vida.

Aunque Iniesta ha ingresado millones por sus aventuras deportivas, lo cierto es que no sólo ha buscado rédito laboral en la actividad futbolística: el manchego es un auténtico empresario. Lo ha sido siempre. Hace más de dos décadas que comenzó a cultivar sus negocios, encontrando desde entonces todo aquello que una persona que emprende puede hallar; esto es, en resumidas cuentas, beneficios millonarios y pérdidas de idéntica cantidad.

El fracaso económico de la bodega

Fue en 2001 cuando el centrocampista fundó Maresyterey, empresa familiar dedicada a la inversión inmobiliaria. La compañía, que cuenta en la actualidad con un bajo número de empleados (de 11 a 50), tiene, entre otras cosas, registrada la marca ‘Iniesta de mi vida’, bajo la cual aglutina sus diferentes tentáculos empresariales: las finanzas, la inmobiliaria y la bodega. Según señaló Forbes en 2020, los activos de Maresterey ascendían a los 3 millones de euros, siendo la facturación de 23 millones.

Las cuentas de 2021 recogen un beneficio consolidado de 617.000 euros que proceden de manera muy desigual en función de las diferentes ramas citadas. De estas, la más mediática es, además, la que peor ha funcionado en los últimos tiempos: Bodega Andrés Iniesta, negocio vinícola que echó a andar en 2010, registró el mismo 2021 una pérdida de 180.000 euros, según las cuentas que refleja el Registro Mercantil. Nada es nuevo bajo el sol de La Mancha: desde su fundación, la bodega únicamente ha dado pérdidas; los datos de 2021 son, de hecho, los más bajos desde 2012. En total, las pérdidas acumuladas son de 4 millones de euros.

Inmobiliaria y finanzas, los flotadores de la empresa

Esta cara de la moneda viene compensada por las otras dos actividades económicas de Maresterey. El futbolista ingresó gracias al alquiler de inmuebles un total de 707.000 euros en 2021, reflejando la compañía en 2022 un saldo de cerca de 28 millones en inversiones inmobiliarias.

El otro flotador es el de las inversiones financieras; esto es, según detalla, participaciones en “varios fondos de inversión”, bonos de una “entidad financiera” y acciones en empresas “tanto cotizadas como no cotizadas”. Aquel año su ingreso fue de casi 1′6 millones por su revalorización, recibiendo dividendos por algo más de medio millón de euros.

También Maresterey se encargaba de la explotación de los derechos de imagen del futbolista, ejercicio que dejó de gestionar en 2020 y declarando unos ingresos de 23 millones de euros en dicho calendario. El año anterior fue de la misma cantidad.

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