Leire Martínez explota: “¿Por qué no soy suficiente?”

Leire Martínez será la protagonista del programa Me quedo conmigo, de Mediaset. La que fuera vocalista de La Oreja de Van Gogh se sienta con la psicóloga Andrea Vicente para comenzar su proceso de sanación. Un espacio en el que abordará desde su dolorosa infancia, con una herida de abandono por la separación de sus padres que todavía arrastra, hasta los problemas más actuales.

En la entrevista, cuyo primer capítulo estará disponible desde hoy, 30 de octubre, en la plataforma de Mediaset, Mitele, la cantante, según el comunicado de la productora, “habla de su situación actual tras la salida de La Oreja de Van Gogh, desde su percepción personal, sus heridas y sus inseguridades, porque su vocación principal para participar en este formato es esa, trabajar la salud mental haciendo un recorrido desde el pasado hasta el presente más inmediato”.

“Me cuesta poner límites y eso tiene mucho que ver con dejar que invadan mi ser, lo que yo soy. Con mis padres había más miedo, con mis parejas no sabía cómo hacerlo, pensaba que si me pronunciaba se acababa mi relación”, explica la artista en la entrevista. “He permitido que no se me tratara tan bien como se me tenía que tratar. A nadie le vamos a entregar ese poder de tratarnos como quieran”.

Además, la cantante comenta también a la psicóloga cómo es su relación con la primera vocalista del grupo donostiarra, Amaia Montero: “Amaia y yo nunca hemos sido amigas, somos compañeras a la que admiro profundamente”.

Dura infancia

En la entrevista con Andrea Vicente, Leire Martínez aborda sus traumas de la infancia, que todavía arrastra, marcados por la separación de sus padres. “Siempre me quedó muy claro que mi madre fue la que quiso dar el paso y crecí pensando que mi padre era una persona débil a la que había que proteger. Yo era su cuidadora cuando no me correspondía”. Durante este divorcio, ella vivió primero con su madre, hasta los nueve años, que acordaron otro tipo de custodia y se fue a casa de su padre: “Con mi padre volví a sentir que tenía otra familia porque tenía otra relación y había nacido mi hermano. Mi madre se enfadó conmigo mucho. Sufrí mucho, yo no comprendía. Me obligaron ellos a eso”, recuerda la cantante.

Después, la relación con su padre y la nueva familia de él se deterioró y se tuvo que ir del hogar con 17 años: “Empecé a perder peso, entré en depresión. Fui a Servicios Sociales y, como no tenía signos evidentes de sufrimiento, no podían hacer nada. Me contó que una familia del barrio había tenido trillizos y necesitaba alguien que les ayudase en casa. Los niños me dieron tanto amor sin pedírselo... Me abrazaban y me besaban a diario, fue el comienzo de mi curación”.

“Es verdad que ha habido momentos en los que mis padres no se han sentido apoyados y me lo han echado en cara, para mí ha sido muy duro. He sentido decepción en el momento en el que ubiqué a mis padres en el lugar de adultos imperfectos. Pensaba que eran de una manera y luego era una persona distinta. De hecho, sigo sin saber quién es mi padre. No tengo relación”, cuenta.

La cantante cuenta a la psicóloga cómo era de niña y las veces que necesitó un cambio: “La gente de mi alrededor me decía que no podía continuar ahí”. “¿Por qué no soy suficiente? ¿Por qué no me veis? Muchas veces he tenido esa sensación de que no han sabido quererme”, revela la artista en el programa de Mediaset que empieza a ver la luz hoy.

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