La tajante respuesta de Alessandro Lequio a las acusaciones de maltrato de Antonia Dell’Atte: “Todo dicho”
La exmodelo italiana habló este fin de semana de su relación con el conde, con quien tuvo un hijo, en una entrevista con ‘El País’.
Antonia Dell’Atte no es conocida precisamente por morderse la lengua. Y así lo demostró este fin de semana en una entrevista dada a Luz Sánchez-Mellado en El País en la que denunció malos tratos por parte de Alessandro Lequio durante sus años de relación, previo a su romance con la presentadora española Ana Obregón.
La exmodelo, que ya en varias ocasiones había tildado al italiano de “maltratador”, ha relatado con todo detalle algunos de los episodios de violencia física que dice haber sufrido por parte del aristócrata. El primero habría tenido lugar a la vuelta de la luna de miel, estando ya embarazada: “Llegamos, abrí el buzón, cogí una carta con mi nombre y dijo: ‘Tú ya no te llamas Antonia Dell’Atte, tú eres la condesa Lequio’. Le dije que no, que seguía siendo Antonia Dell’Atte y ahí llegó la primera patada. Me decía que iba a destruir mi nariz para que no fuera guapa”.
Entre intentos de manipular para que no viera ni a su familia ni a sus amigos, la situación, contaba, no fue a mejor con el paso del tiempo. Dell’Atte narró una reunión en la que estarían la madre del conde (prima del rey Juan Carlos), la abuela de este y la madre de Antonia. La entrevistada ya se quería ir de allí, pero su familia política se lo impedía. También Lequio, quien incluso habría llegado a amenazarla de muerte. “Me contestaba: ‘Si me dejas, te mato, y a tu familia’. Eran amenazas increíbles, luego me pedía perdón”.
Toda la situación que relata habría provocado en ella un sentimiento de asco. “Yo ya no estaba enamorada, no tenía ni relaciones. Aguantaba esperando a ver cómo podía huir de todo eso”. Y sentía alivio si llegaban a sus oídos infidelidades por parte de él: “Pensaba que todas las mujeres con las que estaba me alejaban de ese monstruo”.
Unas durísimas acusaciones que han tenido respuesta este mismo mediodía por parte de Alessandro Lequio desde Vamos a ver, el programa de la productora de Ana Rosa Quintana para Telecinco en el que trabaja el italiano: “He derivado las afirmaciones de Antonia Dell’Atte a mi abogado para el tratamiento legal correspondiente. Ya está todo dicho. Lo demás, que lo resuelva quien deba”.
Culpa a Ana Rosa Quintana
Precisamente contra la presentadora Ana Rosa Quintana cargaba también Antonia Dell’Atte en su entrevista con El País: “Este señor ha pasado toda su vida impune. Está sentado en televisión todavía. Lo convirtieron en un playboy cuando todas las mujeres sabían que era un maltratador y han comido de esas miserias. [...] La prensa del corazón es manipuladora, desinforma y encubre. Muchos periodistas se han sentado al lado de él, sabían y han callado”, denunciaba antes de poner nombres y apellidos sin ningún tapujo. “Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos, Javier Sardá, que decía: ‘Antonia, es buen hombre, tienes que dejarle ver al niño’”.
Tal es el alivio que siente de no tenerlo ya en su vida que también daba las gracias a Ana Obregón por acabar con su relación. Eso sí, revelaba que la primera vez que como pareja coincidieron con la televisiva fue en una fiesta de Chanel en Las Ventas. Antonia, que ya la conocía de un evento en Roma, quiso invitarla a casa, pero Lequio se negó. “Ese tipo de mujer no entra en mi casa. Somos familia del rey, hay que tener cuidado”, decía. No tardó en enterarse de que estaban juntos y en llegar la denuncia que le cambió la vida.
Y es que, aunque Lequio intentaba volver “a ver a su hijo”, Dell’Atte defiende que únicamente quería “destruirla” a ella. “Estoy eternamente agradecida a Ana Obregón, que se lo llevó”, confiesa. Fue entonces cuando la flamante pareja se hizo con el control mediático, dejando a Antonia en una situación muy complicada.
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Por último, la entrevista terminaba con una petición a la ministra de Igualdad, Ana Redondo. “El Ministerio tiene que intervenir en estos programas. Frivolizan mucho sobre la violencia, gente que va a hablar de malos tratos y en pantalla ni siquiera aparece el 016”, zanja admitiendo que no son las víctimas quienes tienen que agachar la cabeza, sino los maltratadores. “Tenemos que dar voz a las personas más débiles, a las mujeres que no tienen recursos. Se tiene que creer a las mujeres”.
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